domingo, diciembre 10, 2006

Por qué no.

No me voy a referir a la montonera de estúpidas reacciones que se generaron tras la muerte de Augusto José Ramón I, tanto de sus fanáticos como de sus detractores, aparte de los imbéciles de siempre que arruinan toda clase de manifestación popular, los mismos cobardes encapuchados que se meten en la marcha del Primero de Mayo, "piden plata" para ir al estadio a destrozar y romper las casas de los que viven cerca de las canchas o aparecen en cualquier protesta, autorizada o no. En cuanto a la polarización, véase mallenchu.blogspot.com, pa' que gastarse si mi comadre lo graficó muy bien.
La verdad, quiero hablar del famoso tema de "funeral de Estado o sólo honores militares" y exponerles las varias razones por las que estimo que no procede decretar duelo oficial de tres días, entre otras cosas.
1.- Aunque el señor Moreira crea ver en la encuesta que hoy salió en "La Tercera" alguna maravillosa muestra de reconocimiento a la "obra" del fenecido general, lo único que demuestra es que la gente piensa que si fue Comandante en Jefe del Ejército le corresponde un funeral ad hoc a esa condición, la única realmente legítima que tuvo, aunque la mancilló tan sólo dieciocho días después de asumir nombrado por el Presidente Allende, participando del Golpe de Estado que él no ideó, pero al que se sumó para luego apoderarse de todo el poder, dejando a sus camaradas de lado. Así, un traidor a su gobierno primero, y a sus compañeros golpistas seguidamente, no merece un funeral de Estado.
2.- "Pero, si fue Presidente de la República": Error, fue cabeza del derrocamiento de un gobierno elegido constitucionalmente, luego se quedó con el cargo de Presidente de la Junta de Gobierno, y aprovechó el plebiscito de 1980, trucho hasta el hartazgo, para darse legitimidad obteniendo el título de "Presidente" por vías, por decir algo suave, extrañas y más encima, quiso perpetuarse en el poder mediante una fórmula incorporada en su Constitución, lo que afortunadamente no resultó, pero el honorable caballero estuvo a un tris de no respetar el triunfo del "No", ratificando su laya de canalla de tomo y lomo. Así que ¿Presidente de la República?
3.- Está suficientemente acreditado que, al menos, sabía de las infinitas violaciones a los DD.HH. cometidas por su aparato represor (DINA, CNI, DIPOLCAR, DINE, Comando Conjunto, etc.) y por el mismo Gobierno Militar, por lo que la familia y los partidarios de un violador de los Derechos Humanos de sus propios compatriotas (algunos de ellos vivos, habiendo regresado de años y años de exilio, otros, familiares que buscan a los suyos aunque las evidencias indiquen que no van a aparecer), no pueden pretender que, de buenas a primeras, se acepte que todo el país, aquel que Pinochet contribuyó de modo fundamental a dividir más aún de lo que estaba antes del 73, tenga que guardar respeto y luto por este hombre a quien muchos ven como la encarnación del mal en la Tierra. Mal podría todo ello ayudar a la reconciliación tan manida pero tan necesaria, porque el general no gobernó para todos los chilenos, sino que en beneficio de algunos que se llenaron de plata los bolsillos con sus reformas económicas, mientras el resto vivía en el terror y la pobreza.
4.- Finalmente y bastaría sólo esto, un funcionario público que defrauda al Fisco y mantiene cuentas en el extranjero con dineros de todos nosotros jamás merecería el honor de un funeral de Estado, porque parecería francamente absurdo que se le rindiesen tal clase de honores a quien con sus actos atentó contra la fe pública y el mismo Estado chileno.
En resumen, y en términos simples, no hay por dónde. Pero si usted cree otra cosa está en su pleno derecho, porque yo también soy partidario de Voltaire, al igual que mi amiga Mallén.
Chaíto.

viernes, diciembre 08, 2006

Espíritu navideño...

Este tema es de Silvio Rodríguez, de su disco "Rodríguez", y expresa casi en su totalidad los sentimientos que me genera esta época del año, en cuanto a las locas carreras y atochamientos por las compras navideñas, la deseperación por conseguir algo de dinero extra para hacer regalos y los ofertones para que la gente se endeude, que desafortunadamente consiguen su objetivo. Para todos ustedes, para que no piensen tanto en el consumir como en el amar.

CANCIÓN DE NAVIDAD.

El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales con votos de renovación;
y yo que sé del otro mundo que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.

La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones, otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.

Mi canción no es del cielo, las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego, que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo lleva más para amarla.

Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba de que acompañe la virtud;
pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhelano tiene que invertir salud.

Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme, a quien ya nunca me escuchó,
al que su cotidiana lucha me da razones para amarle,
a aquel que nadie le cantó.

Tiempo de adviento.

El domingo pasado comenzó lo que para los que somos católicos es el Tiempo litúrgico de Adviento, que al igual que Cuaresma, es un período de conversión, pero además de espera, de una dulce espera ante la llegada del Salvador que viene a este mundo como un niño indefenso, que nace en el lugar más humilde, apartado y rechazado de todas partes, y en brazos de una niña-madre que acoge la voz del Señor y le manifiesta su aceptación valiente y confiada ante semejante empresa encomendada.
Es éste un tiempo de esperanza, de renovación de las estructuras, de alegría, de consuelo, y un tiempo que invita a cambiar el modo de ver las cosas, a recuperar lo esencial, lo sencillo. Porque en eso consiste la conversión, en cambiar de vida, en modificar las conductas, en revisar lo que estoy haciendo y sintiendo, y conformándolo al modo de hacer y de vivir que nos expresa el Evangelio. Es también una bella oportunidad de conocer y amar más al Señor, a través de las múltiples iniciativas que diversas instituciones lanzan, para una Navidad con un verdadero sentido, basada en el compartir y no en el recibir, pero también por medio de las propias ideas, sin esperar que otros nos digan qué hacer.
Debemos salir al encuentro del Dios vivo y más vivo que nunca, porque viene a nacer en nuestros hogares y corazones para darles vida nueva, en nuestros vecinos, en los familiares que no hablamos o que no visitamos, en los enfermos, en los amigos que están lejos, en fin, la caridad tiene muchas formas de expresarse y muchos rostros a los cuales regalar un poco de alegría y de cariño, sin caer tanto en el valor del obsequio como en la sinceridad con que se hace.
A ejemplo de María, en cuyo nombre celebramos hoy la Inmaculada Concepción, dispongamos el corazón al llamado del Señor, silenciemos el ruido de esta vida que no nos deja oír la voz de Dios y atrevámonos a recibir en nuestro seno familiar y personal a este niño que quiere nacer otra vez en medio de nosotros. Que así sea.

jueves, noviembre 30, 2006

Optimismo

Éste es un poema del grandísimo Mario Benedetti, probablemente lo conozcan (al autor, sin duda, me refiero al poema). Lo encontré entre papeles perdidos y pensé que sería bueno, en medio de tanta mierda circulante, tomar una pequeña dosis de optimismo y de buen humor. Ahí les va.

MEMORÁNDUM
Uno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía
Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía
Nueve vaya a saber quién es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte
Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.
Chaíto.

miércoles, noviembre 29, 2006

A quien quiera entender...

Me da una soberana lata tener que hacer esto, pero intentaré hacerlo con altura de miras y con la delicadeza que no me caracteriza.
Me desagrada que esta lucha que se ha dado entre los partidarios (por denominarlos de algún modo y si es que los hay) de Mallén y Daniel se esté empezando a trasladar, al menos en los comentarios, a mi último blog, sólo porque tuve la peregrina idea de postear a Daniel algo que me pareció necesario y él me contesta a través de este medio.
Mi intención no es censurar, porque no creo en la censura, sólo les pido a todos aquellos que en algo aprecian a mis dos amigos (intento ser amigo de los dos, sin juzgarlos, sin burlarme, sin amargarles la existencia y tratando de darles mi cariño y apoyo) que los dejen en paz, tanto los que los quieren como los que no les tienen mucho aprecio. Lo que pasó en sus vidas es, que duda cabe, un problema de ellos y quizá de un par de personas más que también están metidas en esto, y si ambos no quieren seguir ahondando, respeténlos.
A Daniel y Mallén les propongo, con todo el cariño del mundo, que me contesten o me comenten cosas a mi mail andresdequero@gmail.com, así nos evitamos todos los malos ratos y el que quiera leer este blog y comentar o sólo leer, pueda hacerlo sin encontrarse con dimes y diretes que algunos ni siquiera conocen ni les interesan (chicos, no me refiero a ustedes dos, sino a lo que sus post pueden generar en otros).
A los demás, aprovechemos estos espacios para interactuar, discutir y disentir para crecer en libertad. Están todos invitados, porque éste es un sitio libre y no me quiero ver en la obligación de imponer reglas o restringir los accesos.
Agradezco a quien me propuso un tema, fue grato. De todos modos, le pido que no se inhiba y dé alguna pista sobre su identidad, me gusta saber quien me escribe.
Un abrazo a todos, chaíto

27 horas de horror; la farándula contraataca

Este 1 y 2 de diciembre tenemos una vez más el más grande espectáculo televisivo del año en Chile, y el único que se transmite por cadena nacional, dejándonos a los que no tenemos cable de brazos cruzados: la Teletón.
Aún cuando el trasfondo de la actividad es, sin duda alguna, noble, bueno y, desafortunadamente, necesario, por cuanto no se puede creer que haya que andar haciendo colectas para amparar el derecho a la salud de los niños discapacitados, progresivamente la iniciativa impulsada por el sempiterno Don Francisco se ha ido convirtiendo en un desfile de famosillos, cantantes venidos a menos que, con la excusa de la solidaridad, reciben tres minutos para lanzar un nuevo single y, para completarla, en dimes y diretes respecto a que me bajaron de la Teletón, o a la mano negra que me aparta, o al no nos tomaron en cuenta, olvidándose de que la única real razón que uno debiese tener para participar de esta obra es la caridad y el amor al prójimo, pero en los tiempos que corren, nada de eso parece ser relevante, sino que figurar a cualquier costo y hacer lo imposible por opacar, quizá sin darse cuenta, los anhelos de muchos niños y su familia, que ven en esta obra "la" posibilidad de tener, por lo menos, una mejor calidad de vida y que dependen de nuestra apertura de corazón y, desgraciadamente, de algunas personas que se aprovechan de esto para figurar. Al respecto, hago notar que existe una institución estatal que se dedica a la rehabilitación que es el P.A.C. (no sé si es Instituto) que está en Peñalolén y que hace una labor mucho más silenciosa e igualmente valiosa.
Aunque no es santo de mi completa devoción, hay que ver Jorge González dio precisamente en el clavo, cuando se refirió al desfile de egos y al hecho que, innegablemente, hay un tufillo a negocio que es demasiado difícil de ocultar.
Pero bueno, a preparar el cojín y el mejor sillón, que veintisiete horas continuas de televisión no se ven todos los días, y además, hay Vedettón, dormilones, partidos de estrellas, y una serie de clásicos de la televisión chilena que no se ven todos los días, aparte de los testimonios que buscan remecer nuestra conciencia solidaria, tan proclive a tener que ser estremecida para colaborar y tan poco dada al gesto espontáneo. De corazón espero que Dios les ayude y nos ayude a todos a seguir colaborando e impresionándonos con el dolor ajeno, aunque sea una vez al año.
Chaíto.
P.D: Suerte, bruji, en tu trabajo de este fin de semana. Tengo una duda: ¿es tu primera Teletón como acreditada?

miércoles, noviembre 22, 2006

Iglesia de verdad

La Conferencia Episcopal de Chile se reunió en Punta de Tralca en su Asamblea ordinaria, y el día viernes 17, hizo su declaración pública respecto a diversos temas, que van desde el trabajo de base en relación con la próxima reunión del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) en el Santuario de la Virgen de Aparecida, Brasil hasta la reivindicación de la política como una de las más nobles expresiones de la caridad, por sobre la corrupción, invitándonos a no asumir con acostumbramiento y resignación las conductas reñidas con la ética, por pequeñas que sean, pasando por reflexiones en torno a la polémica sobre el aborto, pero por sobre todo un llamado a volver a la mirada y el corazón a Dios, evitando la dicotomía entre lo público y lo privado en nuestra relación con el Señor, tratando de recluir la fe a los rincones de la intimidad, privando al mundo de Dios.
Comparto totalmente las conclusiones que esboza esta declaración pública, pero por sobre todo me alegro por sentir que nuestra Iglesia está poniendo nuevamente su mirada en lo social, mostrando luces para recuperar como sociedad la ruta al Señor.

En relación con esto, vaya un extracto de una oración del preclaro San Agustín de Hipona:

"Una Iglesia como el pan de cada día que es preciso cocer cada mañana,
sin perder la esperanza de que nos va a salir mejor que ayer.
(¡Ánimo panadero, que hay que dar de comer al mundo entero!)
Una Iglesia de niños y de pobres, último baluarte de los justos
que están a punto de abandonar la causa de los hombres.
(Pero si piden pan y les dais piedras, ¿cómo van a volver?)
Iglesia para dar noticias buenas, Iglesia animadora,
levadura de un mundo que hace ya tiempo dejó los templos,
porque sólo encontraba luto y engaño y se fue dolorido,
como un rebaño sin pastor y sin rumbo, por el desierto.
Pero, ¡cómo quisiera volver a casa!
¡Cómo quisiera regresar a tus prados de primavera!
y que Tú les dijeseis: Iglesia joven: “¡Ánimo!
¡Plantad árboles! ¡Coged las flores! ¡Echad las redes!
¡Dadle la bienvenida al mundo que viene!
¡Que nadie tenga miedo de alzar el vuelo,
porque Dios está arriba, y es el Dios de los vivos, no de los muertos!”"

Chaíto

sábado, noviembre 11, 2006

P.P.D (Pudriéndose por dentro)

Las últimas semanas hemos presenciado, a raíz del escándalo "Chilerecortes" que decantó en "El fantasma Publicam", como distintas personalidades del Partido por la Democracia, particularmente los senadores Girardi y Flores, se han dado con todo, embarcando en ello a sus respectivos aliados al interior del conglomerado, en la que probablemente sea la mayor de las crisis del "partido de Lagos", con sablazos varios, congelaciones de militancia, citaciones con ultimátum al Tribunal Supremo, que después bajaron de tono, desencuentros al interior de la directiva y declaraciones de muy baja estofa, aunque la verdad sea dicha, razón tenían los que dijeron que Flores se quedó calladito cunado su partidario Rodrigo González apareció involucrado en el escándalo de los planes de generación de empleo.

La verdad sea dicha, al PPD se lo está comiendo el poder, ése mismo que lo ayudó a constituirse. Valga un poco de historia. Este experimento político nació en las postrimerías de la dictadura como un partido instrumental que agrupaba a distintas sensibilidades políticas, desde liberales democráticos (Armando Jaramillo), pasando por ex radicales (Ávila), ex socialistas o socialistas en suspenso (Lagos, Flores) y ex Mapu (Barrueto), llegando a inclusive ex comunistas y ex miristas, aunque algunos de ellos llegaron después del plebiscito, con el objetivo de luchar contra "Augusto I" y ganar el Plebiscito de 1988 y luego la elección de 1989, pero pese a todos los pronósticos, el engendro cobró vida y pareció crecer sano y fuerte, dando a conocer a variopintas y pintorescas figuras del quehacer político, como Schaulsohn, Ávila y el mismísimo Girardi, paradigma de los parlamentarios "polilla", mediático, fiscalizador por excelencia, de estilo frontal, y detractor, desde su visión de médico, de las Isapres ("ladrones de cuello y corbata" les espetó) y miembro de la "Bancada verde", cazado en su propia trampa de denuncias, y no es la primera vez que su estilo lo traiciona o se le vuelve en contra, pues ya había sucedido algo similar en el caso de las cartas o las denuncias en el caso Spiniak.

Quizá Girardi y todo su círculo (su padre, su hermana, su mujer, todos con cargos públicos, y por supuesto el clientelismo anejo) sean el paradigma del P.P.D., tanta ansia de poder no puede sino terminar haciendo que te Pudras Por Dentro, al llevar a la corrupción, la prebenda, al todo vale, a la descalificación, lo que no solo le sucede a la colectividad del arcoiris, sino a la Concertación toda (¿de qué otra cosa puede estar enferma la DC?) y a la derecha también, en este caso por la incapacidad y falta de poder, al menos a nivel de ejecutivo, porque en otras áreas la influencia la tienen y vaya de qué manera.

El problema es que toda esta gente nos gobierna y en semejante bolsa de gatos es muy difícil reconocer quienes tienen en mira el interés de la sociedad toda y quienes sólo quieren servirse de ella. Definitivamente, la ética no es parte del actuar de la mayoría de los políticos, o actúan con una bastante extraña.
Chaíto.

lunes, octubre 30, 2006

Padres jóvenes...

Han sido varios los casos de maltrato a menores que han surgido en las últimas semanas, con desenlaces tan macabros como el de Danciel, agredido por su padre, vaya uno a saber bajo qué absurdo argumento, probablemente la insistencia del pequeño en exigir atención o su excesivo llanto, aprovechándose de la ausencia de la madre y encerrándose con la inocente criatura en el dormitorio, consiguiendo con su irracional actuar quitarle la vida a su propio hijo. Edad del "padre del año": 23 años, si mi memoria no se equivoca.
Casi en paralelo surgió un estudio que afirma que aproximadamente un 75% de los niños han sido maltratados por sus padres, señalándose además que la gran masa golpeadora se encuentra en los progenitores de entre 20 y 28 años, es decir, jóvenes, lo que uno podría interpretar por un lado, como un marcado rasgo de impaciencia y de baja tolerancia a la frustración, entendida como lo dificultoso que puede resultar criar a un hijo, descifrar sus necesidades, las que de pequeños sólo se manifiestan a partir de llantos y balbuceos, pero por otra parte, es una clarinada de alerta ante el hecho de que personas con poca experticia en el manejo de crisis, pero también de una total falta de conciencia frente a la titánica responsabilidad que uno se pone sobre los hombros al traer un niño o niña al mundo, más aún si recordamos que nadie nació sabiendo ser padre o madre.
Me encuentro precisamente en esa categoría etárea, y aunque en mi caso, la llegada de Nachito estaba planificada, era esperada, mi señora y yo somos profesionales universitarios, y ella en particular es médico y el próximo año parte la beca de Pediatría en la PUC, es indiscutible que la criaturita en cuestión es, al menos los primeros meses antes de "cacharle la onda" a sus llantos y demás formas de expresión, una verdadera caja de Pandora, y que, inevitablemente, el no ser capaz de interpretar sus deseos o de resolverle sus problemas, genera frustración, tristeza y, en ciertos casos graves, trastornos psíquicos de mayor entidad.
Lo reconozco, yo me enojo, a veces me desespero, sobre todo en las noches, cuando se despierta una y otra vez, incluso hasta lo reto, y lo mezco un poco más fuerte o rápido, pero no creo haber tenido el deseo de que se callase, sin importar el cómo, para siempre. Quizá valdría la pena pensar en esas sonrisas tiernas que estos pequeñuelos nos regalan tan gratuitamente, ésas que nos derriten y enternecen, o imaginárnoslos caminando o haciendo sus gracias, respirar hondo y recordar que no hay mala intención en sus gemidos o en sus despertares nocturnos, y, finalmente, acordarse que no pidieron venir al mundo, por lo que todo lo que les suceda hoy y en el futuro es, por lo menos por ahora, de nuestra entera responsabilidad.
Chaíto.

viernes, octubre 20, 2006

18 de octubre

La verdad sea dicha, este post se debió haber escrito hace unos días atrás, pero nunca es tarde.
No sé si a otras personas les pasa lo que me sucede a mi señora y a mí, pero nosotros tenemos un montón de historias vinculadas a ese día, de las buenas y de las otras. Partamos por las malas: nuestras abuelas maternas fallecieron ese día, la mía, la Mamita Julia, hace cuatro años, y la de la Claudia, la abuelita Chana, hace 21. Siguiendo con el día aquel, una pareja de amigos se casó por la Iglesia en esa fecha, después de unos cuantos años solamente casados por el civil. Para seguir con las coincidencias, una de mis tías está de cumpleaños el mismo dichoso día.
Finalmente, y en la más maravillosa de las varias conmemoraciones que llenan el 18 de octubre, hace seis años, como a las 22:00, me es díficil precisar la hora, mi señora y yo nos pusimos a pololear, y desde entonces estamos juntos, lo cual marca el inicio de nuestra historia de amor, de nuestra familia y de toda una serie de sucesos hermosos coronados con la llegada de nuestro Nachito.
Pese a todos los problemas, las discusiones muchas veces subidas de tono, las enfermedades, los fallecimientos de seres queridos, recordar ese día 18 de octubre de 2000, así como los días previos a esa fecha, que también están cargados de emociones, de recuerdos graciosos y también muy lindos, me hace pensar que las decisiones tomadas en ese minuto fueron las correctas, que fue Dios quien nos colocó a caminar juntos la misma senda y con Él acompañándonos, cuidándonos, y colmándonos de infinitas bendiciones. Por eso, aunque por supuesto celebro la fecha de nuestro matrimonio, le tengo un aprecio especial a esa fecha, que siento como el verdadero inicio de lo que es hoy mi familia, en un minuto de mi vida en que ni siquiera esperaba verme como estoy ahora.

viernes, octubre 13, 2006

He vuelto...

Uff, he tenido tan poco tiempo para escribir, que de verdad parece que hubiera regresado de unas largas vacaciones.
El asunto es que hoy ha sido galardonado como Premio Nobel de la Paz el creador del denominado "Banco de los pobres", el nativo de Bangladesh, Mohammad Yunus, quien lleva casi treinta años practicando una particular forma de solidaridad y ayuda social, a través del sistema de microcréditos sin ínteres a personas que están bajo la línea de pobreza y que no pueden acceder en modo alguno a la banca tradicional, porque no tienen garantías que ofrecerle a los bancos. Personas que han buscado, a través de la creatividad, de la cooperación, del esfuerzo y la constancia, tratar de salir del círculo de la miseria, pero que carecen de los dineros mínimos para hacer surgir sus talleres y microempresas, y que, en su inmensa mayoría, son mujeres. Su idea, implantada en su país natal, ha servido de inspiración en otras naciones y a otras personas (aquí en Chile tenemos el Fondo Esperanza, por ejemplo) y ha permitido a mucha gente surgir, pero no a partir del asistencialismo estatal, que hace dependientes del gobierno de turno las ayudas que llegan a la población más postergada, sino que a partir de valores como la responsabilidad, el respeto por los compromisos adquiridos y el depositar en ellos la confianza de que, con un poco de colaboración y sin que les den todo en bandeja, pueden superarse y pensar en un futuro mejor, que no dependa de fichas CAS o Chiles Solidarios, ni de fundaciones privadas que muchas veces no buscan más que una jugosa exención tributaria que permita mejores dividendos a los accionistas.
El ejemplo de Yunus, más allá del tema monetario, puede servirnos, creo, para evitar esta vieja idea de que a los pobres les gusta todo hecho, que no se esfuerzan por nada, y que son flojos. La pregunta que debiera surgirnos no es otra que: ¿les preguntamos qué quieren, qué necesitan? ¿o los ayudamos con lo que creemos que ellos necesitan y que a nosotros nos satisface entregarles?.
No olvidemos que lo conseguido con esfuerzo tiene mayor mérito y da mayor satisfacción, sobre todo cuando ese esfuerzo es de uno mismo.
Sería bueno tender a expresar la solidaridad colaborando con la creatividad y con los talentos que andan ocultos por nuestras poblaciones y entre nuestros pobres, dándoles la oportunidad de salir adelante con lo que ellos puedan entregar, para que se sientan responsables de su propio destino, y no atados a un lugar del que no ven como salir.
Esto mismo vale para otros ámbitos de nuestro quehacer, como en el caso de nuestras campeonas mundiales de hockey - patín, que a punta de esfuerzo silencioso y de sacrificios familiares lograron algo que el fútbol, con todo el aparataje, la atención de los medios y los dineros malgastados, no ha estado ni cerca de lograr. Albricias para ellas, por demostrarnos que el coraje, la garra y el amor por lo que hacemos si pueden cambiar el mundo.

jueves, septiembre 28, 2006

Por mi hijo.

La verdad sea dicha, he tenido hartas ganas de escribir y ha habido tanto tema interesante, como las declaraciones de Chávez en la ONU, las del embajador venezolano contra la DC, el paro de la salud, la supuesta muerte de Osama, la reivindicación de la lucha armada de la ETA, en fin, muchísimo tema, pero desafortunadamente (o afortunadamente), desde el 18 de septiembre la casi exclusiva preocupación mía y de mi señora ha sido la salud de nuestro Nachito, que se agarró un virus que le atacó la garganta, le produjo fiebre alta y luego que se le pasó la fiebre, le llenó el cuerpecito de granos. Para rematar, ahora está con un problema estomacal que lo tiene con un poco de diarrea, así que he remojado y lavado ropa de guagua unas cuatro o cinco veces en los últimos dos días.Por otra parte, el mismo virus que atacó a mi niñito, me agarró a mí y me tuvo con dolor de cabeza, con dolor de estómago, diarrea y vómitos el fin de semana pasado.

En consecuencia, hemos vivido, aún más de lo habitual, en función de los estados de ánimo, de salud y de sueño de nuestro niño, con las consecuencias lógicas en cuanto a cansancio, irritabilidad, falta de tiempo como pareja, etc. Lo más "gracioso" del asunto es que este mes y esta semana en particular, forzosamente nuestro punto de mira apuntaba hacia Nachito, porque recibe su bautismo el fin de semana, y hay que afinar los últimos detalles, tanto en lo propiamente sacramental como en el posterior convite para los familiares y amigos, la coordinación con los padrinos, los abuelos que vienen de San Antonio, el pasar a buscar la torta, ordenar el salón donde se hará el cóctel, ufff!

Sea como sea, ha sido muy fuerte constatar el cómo un pequeñito te va llenando la vida, casi sin querer apropiándosela, tomando prestados sin permiso tus descansos, poniéndote furioso porque ya no sabes que puede tener, para finalmente caer rendido a sus encantos, a sus sonrisas, a sus miradas tiernas, que te quitan todas las ganas de decirle cualquier cosa o de mirarlo feo, no quedándote otra que agradecerle al Dios de la Vida por el maravilloso regalo de un hijo y por la confianza depositada para poner en nuestras manos a una de sus creaturas para ayudarla a conocerle y a caminar a su encuentro en medio de los hombres. Este sábado damos el primer paso en ese sentido, así que bienvenido a la familia de los hijos de Dios, mi amado Nachito.

viernes, septiembre 15, 2006

Chilenidad

Como primera cosa, cualquiera de mis comentarios respecto al 11 de septiembre y a los desastres de siempre, serían totalmente redundantes con respecto a lo que escribió mi mujer en su blog cperezmeza.blogspot.com, así que a ellos me remito.

Entrando en materia, se realizó hace un tiempo atrás una encuesta que arrojaba como resultado el que los chilenos éramos, dentro de un conjunto de países latinoamericanos sometidos al mismo estudio, los más nacionalistas. Ayer, un estudio telefónico realizado a 714 personas en las principales ciudades del país concluyó que sólo un 16 % de los encuestados (chilenos todos) sabía o tenía cierta noción de lo que celebraba el 18 de septiembre y un tercio lo que se celebraba el 19. Asimismo, un bajo porcentaje de la muestra indicaba como propio de la chilenidad el sentimiento patrio, pero destacaban a la empanada como parte fundamental de ella. ¿Cómo ser nacionalistas si no conocemos nuestra historia, nuestras raíces y los hechos que nos han ido forjando como nación?

Podríamos culpar a la mala educación, pero resulta que la muestra abarca a todas las edades y, por ser telefónica, se restringe a los estratos que cuentan con dicha implementación, por lo que ese factor no sería tan preponderante. A mi modo de ver, existe una profunda falta de cariño hacia lo nuestro, digámoslo de frentón, un cierto desprecio a lo que somos, a la naturaleza mestiza y a la angosta tierra que nos dio a luz, y un profundo afecto a la idea de no ser americanos, morenos, de ojos y cabellos oscuros, como si quisiésemos escapar de lo que nos es propio, sin aceptar toda la riqueza cultural que encierran nuestros ancestros precolombinos, que nos han heredado comidas, lenguaje, artesanía, modos de ver y entender el mundo, a nuestra Virgen del Carmen de la Tirana, en fin, cosas que conforman, junto con lo recibido de los españoles y las posteriores migraciones europeas, nuestro ser chileno.

Así que, si no queremos nuestros orígenes, que se remontan mucho más allá de los primeros siglos del segundo milenio, cuando llegaron los españoles, mal podemos esperar que tengamos claridad con lo que pasó hace sólo 196 años atrás, que por lo demás, fue la instauración de la Primera Junta Nacional de Gobierno, para preservar, en nombre del cautivo Rey Fernando VII de España, el Reino de Chile ante la invasión de las fuerzas de Napoleón Bonaparte, aunque con el velado deseo de algunos de sus integrantes (vgr. Juan Martínez de Rozas) de impulsar un movimiento independentista a partir de ello, de allí que se pusiese como Presidente de la Junta a don Mateo de Toro y Zambrano, un viejecito millonario, pero manejable, y que tenía el cargo de gobernador del Reino por ser el militar de más alto rango en Chile, a la destitución de Bernardo García Carrasco luego del escándalo de la Skorpion.
Chaíto.

miércoles, septiembre 06, 2006

La pildorita del amor...

Nuestro Ministerio de Salud por vía administrativa ha ordenado que en el nivel de la atención primaria de salud (léase consultorio, CESFAM o cualquier otro similar) se permita la libre entrega a menores de edad desde los 14 años, de la ya famosa "píldora del día después" o Postinor II, de acuerdo al nombre comercial, sin que se requiera para ello la autorización o conocimiento de los adultos a cargo de la menor, manteniendo el criterio de que se trata de un método de anticoncepción de emergencia, es decir, suministrado sólo en caso de violación o falla en el o los métodos utilizados en la relación sexual.

Hecho este prolegómeno, cabe preguntarse qué pretende el Estado de Chile con semejante idea. Jurídicamente hablando, cumplir los compromisos adquiridos en diferentes conferencias internacionales a cuyas declaraciones finales adhirió, en particular la de El Cairo, en virtud de la cual se obliga, entre otras cosas, a respetar los derechos sexuales y reproductivos de las personas y a garantizar la igualdad en el acceso a la información y a métodos de control de la fecundidad, incluso para los adolescentes, sin que hubiese necesidad de poner esto en conocimiento de sus padres, todo ello en consonancia con la Convención de Naciones Unidas Contra la Discriminación de la Mujer. Es decir, basados en el principio de autonomía que caracteriza a los derechos sexuales y reproductivos, y al principio de no discriminación, se dicta esta norma, con el principal argumento, defendido por la presidenta Bachelet y la ministra Barría, de tratar de frenar lo que podemos denominar escalada de aumento del embarazo adolescente en Chile (madres menores de 19 años), en particular en el grupo etáreo de los 11 a los 14 años, si, señores, de los 11 a los 14 años.

Suponen las autoridades que por este camino es posible disminuir la tasa de embarazo adolescente, y, tomando las palabras de la ministra en el programa "En boca de todos" de Canal 13, "minimizar los daños", ocasionados por el hecho indesmentible de que las relaciones sexuales se inician a más temprana edad y que la mayor parte de estos embarazos no deseados se dan en los lugares y sectores más pobres de nuestro país, en que, aunque suene fuerte, las niñas apenas les aparece el botón mamario y adquieren algunas formas propias de una mujer adulta, pasan a la categoría de "disponibles sexualmente" y, en muchas ocasiones, ven como tabla de salvación ante la miseria tener a un macho proveedor, y, probablemente de manera inconsciente, intentan "cazarlo" por vía de una vida sexual activa, sin negarse, por temor a quedarse solas o desamparadas (la prueba de amor aún funciona)

Cabe preguntarse: ¿a qué se refiere con daños la ministra Barría? ¿A los niños que podrían nacer? ¿Al costo social de un niño pobre más que se carga a la mochila del Estado?. Cualquiera de las dos hipótesis que se sigan me parece igual de macabra. Un niño no deseado no tiene la culpa, no es un "daño", y en el caso del embarazo adolescente, no es sino fruto de la pobreza, de la ignorancia, de una nula o malísima educación sexual, carente de valores reales, que fomente la responsabilidad, el autoconocimiento referido al cuerpo, el entender la sexualidad como algo no sólo placentero (¿lo será para una niñita de 11 o 12 años cuyos órganos sexuales recién han pasado de la niñez a la adultez?), sino como parte integral del ser humano, que involucra por tanto no sólo entregar el cuerpo, sino que hay de por medio sentimientos, donación al otro, etc., y no una educación sexual reducida a la repartija indiscriminada de condones y anticonceptivos.

Me da la sensación que, con el argumento de "es una realidad y hay que enfrentarla", el gobierno y el Estado se "lavan las manos", jugándosela por el camino más cómodo, sin atacar el tema de fondo, descuidando la labor educativa que le corresponde, tanto solidaria como subsidiariamente, en particular tratándose de los más pobres.
Chaíto.

sábado, septiembre 02, 2006

Incentivos...

En principio, que a uno le paguen más por hacer un mayor y mejor esfuerzo laboral, para mejorar la productividad o con la finalidad de estimular a una persona o grupo en pos de la concreción de un objetivo no parece tener nada de malo o reprochable. Así, como ejemplo tenemos las gratificaciones establecidas en la ley laboral, o el bono por desempeño para los profesores, o, entrando a lo que nos ocupa, pagar un monto extra por ganar el partido que nos salva del descenso o fijar un premio mayor por ser campeón o clasificar a un torneo internacional, o por ganar medallas, con un mayor valor si se trata de oro, plata o bronce.

Así, el problema de los incentivos en el fútbol no está en si se pagaban para perder o ganar, el problema radica en que existe una vulneración de la fe pública, de la confianza de los hinchas en los jugadores que defienden sus colores y además, se trata de ayudar a Dios sabe que sujetos que lucran con un negocio de apuestas ilegales, que eluden la ley, no pagan impuestos y, muy probablemente, en atención a los montos de dinero que se manejan, ligados a otras situaciones de índole delictual, en particular al tráfico de drogas o armas, tomando en consideración que se habla de la mafia rusa.

Algunos dicen, con algo de razón, que da lo mismo que les paguen por ganar, si con lo malos que son algunos equipos pierden igual. Eso no me parece que sea lo relevante. Lo realmente importante es constatar que Chile, un país pequeño, con un fútbol estancado, mediocre y en la ruina económica, pueda generar atracción para los apostadores ilegales, y además que haya gente que ha vivido del fútbol o le ha dedicado parte de su tiempo en facetas fuera de la cancha, se preste para sumirlo aún más en el descrédito y la ruina. Parece ser que cada vez es más cierto el refrán popular que indica "Poderoso caballero es Don dinero".

Ojalá que la investigación tanto interna de la ANFP como la del Ministerio Público lleguen a resultados concretos y aclaratorios, para intentar desterrar este mal, que si no, pronto comenzará a corromper otras estructuras, o va a terminar por conseguir su objetivo.
Chaíto.

lunes, agosto 28, 2006

Plutón y el alunizaje

Sí señores, los astrónomos del mundo (IAU) han decidido que Plutón (nombre romano para el Dios que gobernaba los infiernos), el pobre y pequeño Plutón, ya no es planeta, dejando obsoletas memorizaciones de cuarto básico, libros y libros de ciencias naturales y astronomía y una serie de observaciones científicas y astrológicas, basadas en los nueve planetas del Sistema Solar, que ahora son ocho. Además, se creó la categoría de pequeños planetas o planetas plutones, donde se incluye al degradado, junto a Ceres, Charon y otros ¿Se imaginan que por convención se decidiese que el uno ya no se llama uno, que el rojo no es un color y qué sé yo cuánta cosa más?

Cierto es que esto no es más que concretar una idea que siempre rondó en el campo de la ciencia de las estrellas, por lo errático y pequeño de este ex - planeta, cuya órbita no era elíptica y poseía un tamaño incluso más pequeño que el de algunas lunas y no menos cierto que, en términos prácticos, no va a afectar mayormente nuestras vidas, pero cuesta asumir que, a veces, las verdades que se consideraban inmutables no son tales, y que hay que estar dispuestos a que, sobre todo en el campo de las ciencias naturales, los avances tecnólogicos pueden revelar errores graves que hay que enmendar, aunque las decisiones sean dolorosas (sí, soy un viudo de Plutón).

Y, hablando de tecnología, la última maravilla de la criminalidad, el "alunizaje". La tracción mecánica puesta al servicio del robo con fuerza (no creo que los que inventaron el Four Wheel Drive hayan tenido en mente usos de tal calaña), aunque seamos claros, salvo el caso del Mall Plaza Oeste, respecto de las vitrinas de Providencia, Las Condes y Vitacura, tan lindas, pero tan expuestas, tan chic, pero tan a merced del primer "combo" o 4x4 que se cruce por allí, sólo queda decir que era cuestión de tiempo. No es que el hecho que exista una vitrina con pocas protecciones sea justificación para un asalto, o una atenuante o eximente de responsabilidad, pero que la tentación es grande, lo es, sobre todo si se trata de Louis Vuitton, o antigüedades de vaya uno a saber que cultura o época. Lo más curioso fue que se trataría de una "empresa familiar" bastante rentable, en que hasta las féminas están involucradas.

Parece que no hay como ponerle coto a la inventiva de los amigos de lo ajeno, cada vez más osados y más creativos, y dada la especificidad de los objetivos a asaltar o robar, dedicados al trabajo por encargo, con mafias internacionales y todo. Cabría preguntarse si la solución es aumentar las penas, o castigar con la imposibilidad de acceder a la libertad provisional para los reincidentes (que hay varios en el caso del alunizaje). La verdad sea dicha, y aunque la discusión da para largo, antes que imponer algo así como la Inquisición o culpar de todo a los jueces de garantía, hay que implementar, a la par de la aplicación correcta de la ley y una mayor dotación y mejor distribución de Carabineros, políticas públicas que tiendan a la igualdad de oportunidades, y que transformen la opción de dedicarse a tiempo completo a la delincuencia en algo despreciable y no apetecible como lo es hoy día.
Chaíto, vuelvo pronto, porque entre el regreso de los pingüinos y las coimas en el fútbol, hay harto de que escribir.

viernes, agosto 18, 2006

Con los ojos de Alberto

18 de agosto, día nacional de la Solidaridad, fiesta de San Alberto Hurtado, apóstol de los pobres. ¿Les dice algo?

Bueno, sí, Hogar de Cristo, "patroncitos", "contento, Señor, contento", "¿Qué haría Cristo en mi lugar?", y una serie de hechos y frases para el bronce, muy a pesar del Padre Hurtado, quien con toda probabilidad nos volvería a interpelar: ¿Es Chile un país católico?

Desafortunadamente la respuesta, desde los años 30 y 40, época de nuestro Santo, sigue siendo la misma. Aún más, ni siquiera podemos decir que Chile es un país cristiano, en el sentido de encarnar o apostar como sociedad por los valores del Evangelio, sino que somos una nación cada vez más individualista, egoísta, hedonista y atravesada por el consumismo (un grado más de la influencia nociva del capitalismo que no agradaba a este hombre de Dios) y el relativismo moral, tan práctico por lo acomodaticio.

Usted dirá que se me asomó el pechoño que llevo dentro, y quizá tenga razón, pero la verdad sea dicha, no se necesita conservadurismo moral para creer que el amor puede modificar estructuras y puede permitirnos ser más libres. Jesús expresó claramente que toda la Ley de Dios se resumía en amar al Señor por sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, igualmente digno por el mero hecho de su naturaleza de ser humano, del mismo modo que se ama, protege, cuida a sí mismo, nada más pero nada menos.

Si lo piensa, no se necesita ser católico para amar al prójimo, pero para quienes decimos creer en Dios y somos parte integrante de la Iglesia Católica éste es un imperativo moral, que nos obliga a la responsabilidad social, a la caridad, y por sobre todo, a la justicia social, a aquella que busca no sólo dar a cada uno lo suyo, sino que el bienestar de todos, el bien común. Es decir, como católicos, estamos moralmente obligados a ser agentes de cambio social, a procurar que todos tengamos igualdad de oportunidades, a denunciar las injusticias y a luchar por un salario justo para todos, una educación digna, que sea para la vida y no una mera instrucción, una salud adecuada y oportuna para todos, jubilaciones acordes con el tiempo y trabajos realizados, y no a caer en el mero asistencialismo o la caridad con desprecio, sin mirar los ojos de aquel a quien damos una moneda o un pan, porque si no es así, ¿quiere decir que no nos atrevemos a mirar a Cristo?

Como recordaba ayer un magistrado en un comparendo de policía local, es tanto más difícil hacer justicia que caridad, y yo añado, y más fácil una caridad mal entendida, porque, y hay que recordar una vez más a San Alberto Hurtado, la caridad sólo empieza, sólo tiene cabida cuando termina la justicia, sólo cuando la justicia ya no puede resolver, aparece la más excelsa de las virtudes para suplir lo que falta.

Nadie pide inmolaciones ni manifestaciones grandiosas, porque se corre el riesgo de caer en el abatimiento de decir qué puedo hacer yo que no tengo influencia, ni dinero, ni fe, o que soy joven, o humilde, quién me va a hacer caso a mí. Es infinitamente mejor hacer algo que no hacer nada, y refugiarse comódamente en que los que si tienen los atributos de los que yo digo carecer no hacen el bien.

"Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien", lo contrario es puramente fariseísmo.

viernes, agosto 11, 2006

Nos vemos después del fin de semana largo

El encabezado de mi anterior blog decía que no les había escrito, porque aunque figura con fecha 03 de agosto, lo subí recién el miércoles pasado. Eso para aclararles la primera parte.

Pasando a otro punto, me voy a hacer, por primera vez, los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, con duración de 4 días (es la duración más breve, para principiantes, hay de 8 días, de dos semanas y hasta un mes, creo), buscando pistas para las múltiples interrogantes que andan dando vueltas en mi loca cabeza, algunas de las cuales han salido en este blog, pero por sobre todo, recuperar el tiempo perdido en mi relación con Dios.

Suena raro, ya lo sé, hablar de ejercicios espirituales, uno el ejercicio lo asocia a lo físico, pero San Ignacio pensaba que también se podía ejercitar la oración y el espíritu, y usar aquella como herramienta no solo para comunicarse con Dios, sino que para entender los signos de su presencia, apreciar lo que me produce consolación y desolación (mociones), y a partir de ellos, tomar las decisiones (con el ejercicio del discernimiento) que nos permitan hacer todo para mayor gloria de Dios. Bonito, no.

Bueno, en semejante empresa me he embarcado, esperando volver no con las cosas resueltas, sino con pistas y líneas para discernir que quiero para mi vida, en consonancia con lo que el Señor quiere para ella. Ojalá que me sirva. Ahí les cuento como volví.
Chaíto

jueves, agosto 03, 2006

El puente ya se cayó, se cayó, se cayó...

Lo primero es decirles que esta semana ha sido bien dura en diversos sentidos, de allí que se haya retrasado tanto esta entrega, pero no siempre se tiene el tiempo que uno quiere.

Yendo a lo concreto, arduo debate por el tema del puente sobre el canal de Chacao. Válidos los argumentos por lado y lado, pero en resumen, la Presidenta decidió poner los puntos sobre las íes (curioso, se supone que no tiene carácter) y darle el corte definitivo, aunque no a la cinta inaugural, a una situación dilatada hace demasiado tiempo. Nadie puede discutir las buenas intenciones ni la necesaria conectividad para la isla mágica, pero desafortundamente el ya mítico puente tomó un tinte populista, transformándose en el caballito de batalla de los alcaldes de Chiloé y de parlamentarios de la zona (por avatares del destino, casi todos DC). El ministro Bitrán decidió sincerar las cosas y aclarar que el famoso "no puente" iba a costar más de un 50 % de lo proyectado y que el peaje en unos cuantos años iba a llegar a costar $22.000 la pasada. Mucho, me parece.

No obstante todo lo anterior, creo que lo medular es que nuevamente se hacen patentes las deudas que este país tiene con los que hacen patria en zonas de difícil acceso o extremas. Ahí están los ayseninos que tienen que darse el paseo por Argentina para llegar a otras zonas del país, los que tienen que tener a sus hijos en Esquel, Argentina, los niños de Juan Fernández que tienen ir a estudiar a Valparaíso o nuestros compatriotas que aún esperan que les levanten sus iglesias después del terremoto del norte.
Chiloé no merece un puente, merece que se dignifique la calidad de vida de sus habitantes, que los caminos interiores sean adecuados y transitables en toda época del año, que los niños tengan buenas posibilidades educativas que no los obliguen a emigrar forzosamente al continente, un hospital con especialidades básicas como cirugía, medicina interna, pediatría y traumatología, en que solo sea necesario derivar a Puerto Montt las situaciones de alta complejidad, y, por sobre todo, que se les integre como chilenos, sin que se pierda el mágico "imago mundi" que hace tan atractivo, tan particular y tan maravilloso al archipiélago más allá del Chacao.

martes, agosto 01, 2006

La solidaridad

Comienza el mes de agosto, mes de gatos, de cuidar a los viejos y de la solidaridad, por el Padre Hurtado. Y al respecto, se me vino a la cabeza una conversación que hemos tenido con mi mujer en innumerables ocasiones, en relación con el espíritu solidario de los chilenos, en la que llegamos siempre e indefectiblemente a la misma conclusión: los chilenos NO somos solidarios, somos asistencialistas quizá, dadivosos si se quiere, sensibles ante la adversidad climática o terremotística, pero solidarios, ni por si acaso.

Ahora bien, si nos atenemos a la definición de la RAE, sin duda, el pueblo chileno reviste estos caracteres, toda vez que la solidaridad se define como la adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros. Pero me parece que quedarnos en una simple adhesión con fecha de caducidad, sin ninguna proyección en el tiempo, no se acerca a la idea de caridad que debe llevar en sí el ser solidario. No quiero convertirme en ni en censor ni modelo de nadie (sería patético), pero estoy convencido que el ayudismo sin amor, sin contenido profundo y la solidaridad sólo motivada por hechos puntuales y dejada de lado una vez pasada la motivación, dista mucho de lo que como seres humanos y hermanos unos de otros debemos hacer.

Cosas tan simples como pedir permiso al tratar de avanzar en una multitud, despejar las salidas del carro del metro si falta mucho para la estación en que me voy a bajar, dejar bajar antes de subir, no pagar dos lucas en el supermercado con tarjeta de crédito o cheque, ocupar correctamente las cajas express o las preferenciales, dejar desocupados los estacionamientos reservados para discapacitados o embarazadas, o abrir la puerta o mantenerla abierta para el que viene saliendo o entrando a un lugar, son ejemplos de todas aquellas pequeñas, incluso tontas, cosas que los chilenos no hacemos (pero queremos que hagan por nosotros) y que de hacerlas, nos harían la vida más grata y nos humanizaría. "Lo cortés no quita lo valiente", dicen.

En este mes de la solidaridad, los invito a partir de lo simple, mínimo y hasta nimio, para poder llegar a hacer cosas más grandes por los demás y por nosotros mismos, como decía un amigo, los invito a hacer pequeños actos de amor, porque, para mí, de eso se trata realmente el ser solidario: amar y más amar.

miércoles, julio 26, 2006

Y empezó como semana de perros

Hace ya varios días que no les escribo, pero la verdad es que aquello se estaba haciendo bastante difícil, porque tuve a mi Nachito desde el viernes pasado en la clínica, porque se agarró el famoso Virus Respiratorio Sincicial (VRS para los amigos) y nos tuvo, y aún nos tiene, a Claudia, mi señora y a mí harto afligidos. Lo cierto es que ya está mejor, y lo que más me agradó, después de verlo tan jodido con el tema de la respiración, y las nebulizaciones, la kine, y etc., fue que al llegar al departamento se transformó y volvió a ser mi niñito sonriente, sigue un poquito congestionado, pero está feliz, porque está en su casa, en su cuna, con sus juguetes, en fin, en su ambiente.

Por otro lado, y después de muchísimo tiempo, me allegué a la casa de mi tía Kena, a la que había visto ahora último sólo en los funerales familiares, y fue agradable sentir cerca un lugar que fue también mi casa en el primer año de universidad y poder conversar y reírse y verla contenta mirando fotos del Nachito, y por sobre todo, ver a mi mamá y a su hermana, como tales, sin desencuentros, sin enojos, sin disputas, simplemente queriéndose.

Esto me trajo a colación el pensamiento del volver a casa, del regresar a lo que nos hace felices, nos da refugio, seguridad, calorcito, alegría, y otra serie de cosas, que no son ni con mucho rimbombantes, fastuosas o sofisticadas.
¡Cuánto nos hace falta hoy regresar a lo simple! Vivimos agobiados por todo y por todos, y nos negamos los momentos de tranquilidad y de reposo que nos regalan los nuestros, sean amigos, familiares, parejas, que nos cobijan, nos dan un abrazo, nos escuchan, nos añuñucan (tierna palabra)y no nos piden ni rendimiento, ni soluciones, ni nada parecido. Hay que cuidar a nuestros quereres, darles tiempo, mira que no sabes cómo ni cuándo te quedas sin ellos y con el lamento de no haberlos aprovechado lo suficiente.

Ya, mucha melancolía. Quizá es la lluvia.
Chaíto.

jueves, julio 20, 2006

Si somos americanos...

Si somos americanos, somos hermanos, señores. Esto según el señor Rolando Alarcón, gran músico chileno que, como muchos de los grupos o cantantes de la época de la Nueva Canción Chilena (léase Inti, Illapu, Quila, Manns, etc.), se caracterizaba por un gran cariño al resto de los pueblos de nuestra América morena y coincidentemente, pertenecía políticamente a la izquierda.

Sintiendo cercanía con las posiciones de centro izquierda, gustándome varios de los artistas mencionados, y creyendo que debemos insertarnos adecuadamente como país en el continente en que nos toca vivir, como primera prioridad de política exterior, no concuerdo con los "miles" de chilenos, curiosamente todos de la "izquierda alternativa", que quieren, así no más, mar para Bolivia, como sí las cosas fueran tan simples como darles un pedacito de lo que a nosotros nos sobra, como alguna vez una amiga deslizó, mientras esgrimía una petición en tal sentido, que quería que firmase, cosa que, por cierto, no hice.

Primero, porque no nos sobra. Segundo, porque hablar de hermanos americanos y aún más, como lo hacen nuestros aborígenes, de hermanos indígenas, es absurdo. ¿O a nuestros compatriotas parte de los pueblos originarios se les olvida que los quechuas, en el apogeo del imperio inca, intentaron imponerles por la fuerza su dominio y cultura, tal como reclaman lo hicieron primero los españoles y luego los huincas (cosa por demás verídica)? Además, no nos ven como hermanos, sino como enemigos, sobre todo los peruanos, por el tema minero y portuario - comercial (Valparaíso y San Antonio versus El Callao), amén de las rencillas históricas. Tercero, porque la solución económica para Bolivia no pasa por una caleta o puerto soberano, sino por cambios de mentalidad y aceptación de la actual realidad. Cuarto, porque no es tan simple como darles un territorio, hay que hacer un estudio acabado de qué territorio se puede ceder, si se hace por vía de canje y, además, hay que preguntarle a los peruanos, porque ése es el acuerdo existente.

Recién analizando bien en frío, todos estos factores, y otros que probablemente se me quedan en el tintero, podemos conversar, y debemos hacerlo primero, como país, si estamos dispuestos a darle un territorio para salir al mar a Bolivia y si queremos que ésta sea soberana, sin patriotismos trasnochados y exagerados, como los de los parlamentarios de derecha (bueno, entendamos que el senador Larraín, por muy conciliador que sea, siendo presidente de la UDI tiene que dárselas de duro para aglutinar apoyos en la interna) ni exagerados americanismos, ambas posturas que pierden el punto de mira y se centran en mezquinas consideraciones de política tanto interna y externa, pero olvidan lo relevante.
Creo que hay que tratar el tema, hay que sincerar las posturas y discutir en un marco de tolerancia con el gobierno boliviano, y muy posiblemente lleguemos a que hay que cederle o canjearle territorio a Bolivia, pero planteemos las cosas en serio.

Al margen, ando serio. Otro día les cuento cosas más entretenidas, pero hoy día tenía ganas de hablar de esto. Chaíto.

viernes, julio 14, 2006

Por fin... ¿o no?

Hace dos meses que estábamos esperando que los señores de CTC Telefónica Chile se dignasen a aparecer a instalar teléfono primero, y ahora teléfono e internet, y, si señores, hoy realizaron la bendita instalación. Ustedes deben creer que con eso se soluciona el asunto. Nop, ahora hay drama para poder enchufar la cantidad de cables que se suman , entre el computador, el módem y la multifuncional (cambiénse de las viejas y queridas impresoras, a la larga son más baratas), porque el triple no sirve, hay que actualizar programas, optimizar, mejorar el antivirus, ufff.
Si ustedes lo piensan, me pasa lo mismo que al gobierno de la Bachelet. Cuando se cree que lo peor ya ha pasado, como en el caso del gas con la Argentina, a nuestros "hermanos" se les ocurrió que había que traspasarnos los costos del trato que ellos hicieron con Bolivia y que había que cobrar más caro por la bencina a los vehículos de patente extranjera (la verdad sea dicha, ir a Mendoza en auto es una experiencia límite, así que no se los recomiendo, aunque no hubieran subido el precio), a los israelíes se les ocurrió bombardear Gaza y el Líbano, y entonces el barril de pétroleo subió a 80 dólares o más, y la micro ya va en 380 pesos, y ... no sigo, mejor.
Capaz que sea la Ley de Murphy que nos ataca, ¿no creen?
En fin, ojalá que a este país se le acaben los problemas o se les encuentren soluciones que los hagan menos gravosos. Mientras tanto, yo me habitúo al estatus de tener la tecnología a pleno en la casa y a la multitud de cables detrás del mueble del computador, maraña que, se los aseguro, mis queridos amigos, no se compara en lo más mínimo al berenjenal que tiene la Presidenta entre gas, bencina, temporales y cambios de gabinete.

miércoles, julio 12, 2006

El insulto y algo más

Se ha hablado y escrito largo y tendido sobre la actitud antideportiva de Zidane en la final del Mundial, sobre si merecía el Balón de Oro como Mejor jugador y sobre qué le dijo Materazzi para "calentarlo" tanto, que me pareció necesario hacer hincapié en algunos detallitos no menores para entender la cuestión.
La verdad sea dicha, como lo graficó algún diario por ahí en su sección deportiva, no fue aquella la primera vez que Zidane se salió de sus casillas en una cancha de fútbol, lo que nos lleva a pensar que el tipo es corto de genio, por lo bajo. Segundo, parece que todos los que opinan tienen sangre de horchata, porque rasgan vestiduras frente a la reacción, artera, violenta e irracional, del francés, pero no se ponen en su lugar. ¿O acaso si se refiriesen de cualquiera de los modos que se ha especulado a sus seres queridos no replicarían al menos con un empujón o un insulto de igual o mayor calibre, más aún si se trata de la final de un Mundial y del último partido oficial de tu vida, en que se está con la adrenalina altísima y con la cabeza caliente? No, estas personas probablemente contendrían sus ganas y flemáticamente le contestarían al agresor verbal de turno: "A palabras necias, oídos sordos", jajaja. Seguramente, ésa no sería su reacción, aunque debo reconocer que hay gente juiciosa y de ánimo templado que quizá se enfurecería, pero contendría la exteriorización de su ira, para no provocar un lío más grande, cosa que no hizo Materazzi, por cuanto el cabezazo fue en el pecho y él se revolcaba en el suelo y se cubría el rostro, simulando una mayor agresión que la realmente acaecida.
Por otra parte, creo que Carcuro ya se está haciendo acreedor de una funa, porque no se puede ser tan patriotero y sesgado. Decir que Cannavaro es el mejor jugador del Mundial y que la acción de Zidane ameritaba quitarle el galardón es una soberana estupidez, porque si de juego limpio se trata, baste recordar que el señor Fabio Cannavaro nos deleitó hace poco con unas bellas imágenes del "tratamiento" a que se sometía para mejorar su condición física o que el señor Maradona, que también afirma la misma especie, junto con Pelé (todas bellas personas sin tejado de vidrio), fue elegido Mejor Jugador del Mundial de México 1986 (merecidamente) y nadie dijo que había que quitarle el premio por engañar al mundo haciendo un gol con la mano.
En fin, basta de hipocresía y de mirar la paja en el ojo ajeno, antes que ver la viga en el propio.
Chaíto.

domingo, julio 09, 2006

A hacer mejor las tareas.

Conversaba ayer con unos amigos en el cóctel después del bautizo de la hijita de otra amiga y salió a colación el tema de la baja abrupta de popularidad de la Bachelet luego de estos meses de gobierno y la conclusión fue bastante decidora: muchas de las cosas por las que se le está pasando la cuenta a la Presidenta no son culpa de ella y además que situaciones como el paro escolar no le habrían sucedido a un hombre si estuviese ejerciendo la Primera Magistratura.
Pensándolo un poco más en frío, creo que ambas afirmaciones son ciertas, pero también lo es que estamos en un nuevo gobierno de la Concertación y que muchos de aquellos que hoy están trabajando, ya han sido parte, de alguna u otra manera, de la administración y cierto grado de conocimiento tienen (o, dado el estado actual de las cosas, deberían haberlo tenido) respecto a la situación de los distintos ministerios y de los avances y tareas pendientes, por lo que sucesos como los de las casitas de Lucio Dalla (una casita chiquitita así...) no debieran tomarlos por sorpresa. No quiero con esto decirles que todo se reduce a un tema comunicacional, porque la vergüenza que produce ver las "soluciones habitacionales" de 6x2, debiese sonrojar no la cara, sino el alma de todos los chilenos, pero que el hecho de que este gobierno ayuda a hacerse mala prensa y a dar la impresión de no tener idea donde están parados es real. No sólo en el caso de las casas enanas, también en el mismo conflicto de los "pingüinos" y en el tema de la reforma previsional, y varios otros más, parece ser que todo es confusión, falta de acuerdo y desinformación, en que un ministro dice algo, el otro lo rebate y el de más allá dice que está todo bien.
Volviendo a las casas enanas, aún cuando se haya privilegiado la exigencia de los pobladores de no moverse de la comuna donde siempre han habitado por sobre el metraje cuadrado o la calidad, no hay nada que justifique catalogar de casas a estos símiles de las casetas sanitarias de fines de los 80 y principios de los 90 que se entregaron en todo Chile para ayudar a ampliar viviendas pequeñas de la gente más pobre. Aún más, el Estado debió suplementar un poco más el subsidio de estas familias para darles una casa de verdad, quizá no de 50 o 60 metros cuadrados, pero si con un tamaño que no les obligue a elegir entre la cama y la cocina. Al respecto, se argumenta que van a tener la posibilidad de ampliarse por el terreno, ¿y para dónde?, porque a menos que las imágenes de tv engañen, no se ve gran espacio entre las casetas para ampliarse, salvo que sea hacia arriba.
Es imperioso, creo, que se solucione este tema, así como el de las casas "Chubi", porque cualquier derecho humano se basa en el respeto a la igual dignidad que tienen todos los hombres y que el Estado, como garante de estos derechos y del bien común, es el primer llamado a asegurarlos y a hacer todo lo que esté a su alcance para que nadie, inclusos los gobernantes, los pase a llevar.
Como seres humanos estamos también llamados a ese respeto y a fiscalizar y reclamar del gobierno, aunque sea aquel por el que votamos, que cumpla con este mandato, superior a todo orden legal o jurídico, que viene desde nuestra naturaleza de creaturas de Dios, sin distinción alguna.

domingo, julio 02, 2006

El Mundial...

Aunque mi ultra fanatismo futbolero me tenía hace días a punto de escribir sobre Alemania 2006, estoicamente había resistido la tentación, pero ahora que se está por terminar, no pude dejar pasar la oportunidad de hacerlo, porque, a pesar del trabajo y las obligaciones familiares, y que cuando un Mundial es en Europa los horarios son (y de qué otra manera podía ser) ... como las pelotas, me he dado maña para ver la mayor cantidad de partidos posibles. Y les confieso algo, no importa que tan malo sea el partido, no puedo evitar quedarme viéndolo un rato, aunque hubiera sido mejor que Suiza y Ucrania hubieran definido a penales, sin tener que someternos al castigo de 2 horas de aburrimiento y que los partidos de Inglaterra e Italia se acabasen apenas hicieran su respectivo golcito.
No importa nada, incluso es mejor que ver el fútbol nacional; el Mundial es cada cuatro años, estamos acostumbrados a que Chile no vaya, así que se puede mirar con menos camiseta y más calma, aunque el señor Carcuro insista en la pena que debemos tener porque se quedaron afuera los argentinos (y a mí que me interesan los argentinos, además que quería que ganara Alemania). Al margen, no me pregunten el porqué, pero no puedo mirar los partidos en otro canal que no sea TVN. ¿Será el trauma post dictadura, en que, como vivía en San Antonio, no llegaban los otros canales y el primer otro canal que llegó fue el entonces Canal de la Universidad de Chile?. Bueno, eso no es relevante.
En fin, ayer por la tarde se acabó un mito y nació otro. Ronaldo de Assís Moreira (Ronaldinho Gaúcho para el vulgo) no se consagró como el mejor jugador del mundo y ni siquiera se acercó parecerse a la mugre del dedo chico de Pelé y Maradona, y por otro lado el argelino - francés Zinedine Zidane dejó en claro que, pese a todo, es el mejor jugador de todos los tiempos de Francia (Platini, sorry man) y probablemente, uno de los cinco mejores de la historia de los Mundiales, y que en el Real Madrid no tiene motivación alguna para jugar, aparte de los viles morlacos, y que por la Bleu se le terminan todos los achaques y la edad, y se viste de frac para engalanar las canchas, lo que en este Mundial no sobró.
Pero bueno, queda sólo una semana, se conocen los semifinalistas y parece que el dueño del cumpleaños se va a comer la torta solito.
¡Deutschland, Deutschland!

lunes, junio 26, 2006

Discriminar, eso no está nada bien, ante los ojos de Dios somos todos iguales...

Dos o tres cosas han pasado en estos días que desafortunadamente me hacen pensar que la frase que da título a este post (que para los que lo ignoren es de la canción "Mal bicho" de Los Fabulosos Cadillacs) no le ha entrado en la cabeza a mucha gente en este país, aunque somos (menos que en otras naciones vecinas, por cierto) mestizos de pies a cabeza y que mucho de lo bueno y malo que tenemos como pueblo y cultura proviene de las múltiples migraciones, voluntarias o forzosas, que han salpicado nuestra línea de la historia y nuestra larga y sinuosa geografía, como croatas, alemanes, españoles, italianos, y ahora peruanos, bolivianos, ex yugoslavos, ex soviéticos e incluso africanos. Somos un país profundamente discriminador y desafortunadamente este sentimiento se está alojando peligrosamente en el corazón de los más jóvenes, que de a poco se transforman en seres intolerantes, llegando a extremos como los del asesinato del joven neonazi o la agresión al norteamericano en el metro.

Valdría la pena recordarle a estos neonazis chilenos, a los antifascistas, a los xenófobos, a los homófobos, etc., y a nosotros mismos, que nos guste o no, todos y cada uno fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, somos cada uno una imagen única e irrepetible del amor de Dios Padre. Es decir, en dignidad y derechos, somos iguales, no inferiores ni superiores unos respecto de los otros. Es cierto, profundamente cierto, que físicamente somos diferentes, que el tiempo y lugar donde nacemos y vivimos y las personas que nos rodean y nos acompañan, amén de la nunca bien ponderada genética, condicionan nuestro carácter, cultura, creencias, opción sexual, color favorito, equipo de fútbol, música favorita y todo lo que se le ocurra que nos haga distintos y distinguibles, pero nada de eso es, a fin de cuentas, realmente relevante, sino accesorio, superfluo, disponible, sino se toma en consideración lo esencial, la profunda igualdad que tenemos todos los Hombres (no adscribo al famoso "los hombres y mujeres", me parece absurdo) por ser creaturas del mismo Dios.

Por lo demás ninguna sociedad se enriquece si perdemos la individualidad, si no apreciamos mutuamente la diferencia del otro, la cual nos puede aportar, nos puede llevar a confrontar diferentes realidades, nos puede llevar, en definitiva, a crecer, a ejercer la tolerancia con el que, siendo tan humano, tan persona como uno mismo, ha tomado opciones diversas de las propias o ha nacido con un color o hablando un idioma que no es el nuestro.

Dios quiere a todos sus hijos y Cristo muere en la cruz por todos, no por los blancos, ni sólo por los católicos y mucho menos sólo por los religiosos; da su vida por amor, un amor inmenso y profundo, para salvarnos y para darnos el ejemplo de lo que a cada uno nos toca hacer en este mundo, ¿o se han olvidado que nos dijo: "Amen a sus enemigos. Porque si aman a los que les aman, ¿qué mérito tienen?"?

jueves, junio 22, 2006

En perspectiva

La intención original de crear este espacio no era, ni con mucho, el desahogo personal o una necesidad imperiosa de saciar las ganas de opinar, cosa de la que se supone los abogados tenenos en dosis cuantitivamente altas, pero después de un mes "trabajando", se me hace necesario descargarme y para no echarle "la foca" a nadie. La verdad sea dicha, y aquellos que me conocen hace muchísimo tiempo lo tienen claro, nunca fue mi primera (y probablemente segunda y tercera tampoco) opción ser abogado, jurista, juez y todo lo que se les pueda ocurrir en relación con los que estudian derecho, pero aquí estoy. Y lo cierto es que no lo disfruto, me carga usar el lenguaje haciendo escritos, preferiría redactar una crónica o un poema; me carga gastar mis suelas y mis ganas en verle la cara a personas que con su trabajo (y con su no trabajo) se encargan de hacerle la vida más difícil al resto, demorando los procesos u obligándote, con sus criterios absurdos, a "perder la vida" en eternos incidentes que no conducen a nada.
Pero cada vez que me doy cuenta que muchas personas no tienen cómo defenderse de los abusos, me siento un poquito más valioso y aprendo a valorar la decisión tomada. Sé que no voy a disfrutarlo, sé que no me hará feliz, sin embargo, sé que estoy (o al menos lo intento) ayudando a alguien que sin mi trabajo tendría aún menos probabilidades de ser respetado en sus derechos y eso me hace tomarle algo de cariño a esta profesión.
El mensaje es querer lo que hacemos, aunque no sea lo ideal ni lo que soñamos, sobretodo si de nuestra labor depende el bienestar de los demás.
¡Ánimo, que la recompensa al final del camino puede ser hermosa y muy abundante!

jueves, junio 15, 2006

Interpelar o no interpelar, ¿será la cuestión?

¿Alguien se ha preguntado que significa interpelar? La Real Academia Española de la Lengua en su ya mítico diccionario dice en su segunda acepción que significa requerir, compeler o simplemente preguntar a alguien para que dé explicaciones o descargos sobre un hecho cualquiera, en el caso de lo sucedido anoche con el ministro Zilic, tratándose del manejo de la crisis educacional. Jurídicamente y para que el vulgo lo entienda, se trata de una suerte de preparación para una acusación constitucional, o más bien, de un ridículo remedo de una antigua práctica del régimen parlamentarista chileno de fines del siglo diecinueve y comienzos del veinte, que generalmente terminaba con la caída no sólo del ministro, sino del gabinete de turno completo. Esto parece ser un intento de darle mayores facultades a los parlamentarios para fiscalizar al gobierno y reducir en algo el presidencialismo algo absolutista existente en la copia feliz del Edén.
Ahora bien, luego de lo visto ayer, más parece un circo romano, con la única diferencia que el cristiano de turno enviado a los leones tiene derecho a a usar un escudo y una espada contra las fauces de los felinos, con acusaciones y reprimendas para un lado y el otro, en que tanto el interpelado como sus interlocutores se sienten triunfadores (¿con respecto a qué?) y en que lo único que sale perdiendo es la posibilidad de practicar adecuadamente el ejercicio democrático de esgrimir las legítimas diferencias, requiriendo en este caso del ministro de Educación respuestas ante la errática manera en que se manejó el conflicto escolar y sobre el qué se va a hacer y cómo se va a seguir adelante en este tema. Pero no, como sucede habitualmente, diatribas van, diatribas vienen.
Lo curioso del caso es que la primera acepción de la palabra interpelar, de acuerdo con el mismo diccionario, implorar el auxilio de alguien o recurrir a él solicitando su amparo y protección.
¿Qué diferente, no? Así, uno continuamente interpela a Dios (o a lo que sea en lo que Ud. ponga sus confianzas místicas) solicitando ayuda, auxilio o protección, como se hace al rezar, se desprende de la lectura de innúmeros salmos de la Biblia o se puede ver en el mismo Cristo crucificado, llamando a su Padre. En consecuencia, vendría siendo un símil de orar, suplicar o pedir.
Esto me lleva a preguntarme y preguntarles qué tipo de interpelación necesitamos. A mí me parece que más que discusiones y pedidas de explicaciones, necesitamos auxliarnos, ampararnos y protegernos unos a otros, ser capaces de pedir y dar ayuda, y aprender a ser solidarios no en el clásico sentido de dar una moneda, sino en el actuar cotidiano, para ir creciendo todos y cada uno como personas y como sociedad, único modo en que, por ejemplo, los jóvenes no nos sigan interpelando por una educación más digna y que dé oportunidades a todos.

Por último, y en el sentido de la palabra que prefieran ¿a quién les gustaría interpelar?
Por ahora, quiero interpelar a los entrenadores ratones que hasta ayer nos estaban dando un mundial de mier..., salvo mi querida España (y olé).

viernes, junio 09, 2006

Con el tejo pasado

A un mes del comienzo del conflicto de los secundarios, uno comienza a preguntarse: ¿Por qué protestan ahora? ¿No será demasiado?. La respuesta al parecer no la tienen ni siquiera ellos mismos, cansados, enfermos, hambrientos y, peor aún, divididos, principalmente desde el minuto en que permitieron que se les colaran por las ventanas políticos, activistas varios, guerrilleros frustrados y medioambientalistas reconvertidos en luchadores sociales.
¿Qué consiguieron? Lo que el mal manejo del gobierno no pudo: minar las confianzas entre ellos y debilitar sus propósitos originales, justos la mayoría, irreales otros, para pasar a preocuparnos de cuando se bajan o que nuevo adalid de la "izquierda alternativa" se ofrece a asesorarlos, con los pésimos resultados que saltan a la vista.
Si Ud. se da cuenta, casi no se ha escrito en este artículo sobre la pertinencia o no de las demandas de los estudiantes o sobre el profundo debate al que se nos estaba invitando como sociedad para modificar una de las piedras de tope no del definitivo despegue económico (de eso ya tenemos bastante), sino del despegue al auténtico desarrollo, el humano.
Bueno, pero así está la cosa. Ya llegó el Mundial, las inundaciones, y los escolares ¿dónde van a quedar? Espero en Dios que la famosa (y enésima) comisión asesora dé frutos y que los "pingüinos" no terminen congelados, para el bien común de todos.

P.D: Ojalá no gane Brasil el Mundial, por la variedad.