viernes, diciembre 21, 2007

Ocio.

Sabido es que uno de los bienes más preciados en esta época de globalización, "surmenage" y consumismo en que nos vemos sumergidos es el tiempo libre. Un bien tan escaso para la mayoría de las personas, que, a fuer de necesitar cubrir sus necesidades económicas (básicas y de las otras), se embarcan en extensas y agotadoras jornadas laborales, con el factor agregado de que ese trabajo se encuentra, la más de las veces y especialmente para la gente con trabajos de menor remuneración, a no menos de una hora de casa, a lo cual si usted le suma el factor "Transantiago", transforma al dichoso tiempo libre en casi una quimera (se levantan a las 5:30 de la mañana para llegar no antes de las 09:00 de la noche).

Todo esto ha acarreado múltiples formas de búsqueda de optimización de estos escasos pero indispensables momentos de ocio, diversión y, por sobre todo, de compartir con la familia o los más cercanos. Así, surgen las "querídisimas" autopistas urbanas concesionadas, bajo la promesa de reducir los tiempos de viaje y ganarlo para uno mismo. También, si lo piensa bien, se puede encontrar en ello el caso de algunos malls que prácticamente se han convertido en una suerte de "pequeñas ciudades" donde hay de todo y se puede hacer de todo (desde comprar un pantalón a sacar el certificado de nacimiento), faltando bien poco para que sean el "ágora" moderna, con lo cual se reducen los desplazamientos, y se encuentran cines, salas de conciertos, espectáculos al aire libre, restaurantes, etcétera, resolviendo el problema de acceder al ocio y al esparcimiento, concentrándolo todo en un mismo lugar, junto con un montón de preocupaciones cotidianas a resolver.

Hasta ahí, puede considerarse que mucho de esto es positivo, más allá del hecho lógico del incentivo al consumismo en este último caso o el excesivo gasto que puede generarse para una familia por el uso del TAG, pero aparentemente hay compensaciones en lo referido a la recuperación de tiempo para uno mismo y los suyos.

Esta preocupación por el ocio se ha traspasado incluso a la cocina. Hace mucho existen los purés instántaneos, las sopas de sobre, los caldos en cubo, los jugos en polvo y otras soluciones que tienden a facilitar la vida, tanto por tiempo como para aquellos que no tienen dotes culinarias y son capaces de quemar el agua cuando la hierven. No vamos a negar que igual alivia la pega que algunas cosas estén precocidas o listas para servir, o sólo se demoren diez minutos en vez de los treinta que uno invertiría en prepararlas desde el principio, particularmente cuando se está atrasado.

Pero francamente me parece (y para ello todo este discurso previo sobre el ocio, aunque ustedes no lo crean y les parezca ridículo o una joda, lo cual me tiene sin cuidado) que haber llegado a hacer un sofrito preparado, con la excusa de no dejarse las manos con olor, es el colmo. No todos sofreímos igual, con el mismo aceite, o sólo con ajo y cebolla, algunos agregamos especias en ese instante de la preparación para darle un toque personal, en fin... Ahora sucede que nos quieren regalar un sabor prefabricado e impersonal para evitarnos la molestia de un olor desagradable, con un comercial que se ríe de los secretos de nuestras abuelas y madres para sacarnos diversos olores propios del arte culinario. A mí, personalmente me parece el colmo.

Al margen; consejo práctico para eliminar el olor a ajo y cebolla: lavarse las manos y el cuchillo que se usó con agua fría corriente, nunca con agua caliente que se impregnan más los olores.

Que les vaya bien.




Un retorno demasiado dilatado

Tengo una deuda pendiente
y he decidido pagarla,
porque de tanto escarbarla,
la rabia se me ha enquistado,
como lapa se ha pegado
a mis quereres y ánimos,
absorbiéndome las ganas,
llevándose las ideas,
que aunque bonitas o feas,
necesito echar afuera,
por eso regreso hoy día
como si de muerte volviera
a contarles de la vida
o de lo que ustedes quieran.

miércoles, septiembre 05, 2007

Por tratar de hacer mucho, muchas veces no se hace nada...


Amigos todos:

Lamento no haber vuelto a escribir durante el pasado mes de agosto. Siendo honesto, intenciones y temas no me faltaban, pero por razones personales y por el error de pretender abarcar, aprovechando el mes de la solidaridad, las múltiples aristas surgidas al respecto desde julio en adelante, desde la huelga de los subcontratistas de Codelco, pasando por la discusión sobre el salario ético (prefiero el término salario justo, no sólo por cuestiones semánticas), el fraude de la Corporación Niño Agredido, la comisión de Justicia Social, culminando con el paro del 29 de agosto, me quedé sin hacer nada. La moraleja de la historia es bien simple: "Quien mucho abarca, poco aprieta". Me guste o no, a veces más vale ser menos ambicioso y echarle pa' delante en el momento mismo en que lleguen las ideas.

De todas maneras, para ustedes, y a modo de material de reflexión, análisis, conocimiento y tema de discusión, el texto íntegro de la Declaración del Cómite Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile en relación con el tema de la Justicia Social. Chaíto.


" Sin Justicia Social no hay Democracia Integral


  1. En este Mes de la Solidaridad los chilenos hemos sido testigos de un debate nacional sobre la equidad. Nos urge enfrentar como sociedad este apremiante tema de fondo.


  1. En el reciente conflicto en Codelco, fue posible alcanzar acuerdos mediante el contacto directo entre las partes involucradas, pese a la complejidad del tema y a los obstáculos existentes. Estos acuerdos se lograron gracias a la ayuda que prestó el Obispo de Rancagua, con su disponibilidad permanente para facilitar el diálogo.


  1. Como consecuencia de ese hecho y de las demandas crecientes de organizaciones de trabajadores, diversos sectores del país han acogido positivamente el llamado que ha hecho el Presidente de la Conferencia Episcopal a asumir la deuda pendiente, en cuanto a una mejor distribución de la riqueza, y la compensación ética y digna del trabajo humano.


  1. Interpelados por el Evangelio, por la doctrina social de la Iglesia y por el testimonio de nuestros santos y mártires, abordamos estas materias desde la misión de pastores que nos ha sido confiada. Lo hacemos porque a la conciencia cristiana de Chile no le puede resultar indiferente el sufrimiento de tantos hombres y mujeres -trabajadores, jubilados, pensionados y montepiados-, que no logran vivir con dignidad si no acceden a un ingreso que permita a una familia satisfacer sus necesidades básicas acordes con la naturaleza de quienes son hijos de Dios.


  1. Creemos que las decisiones económicas y las políticas públicas deben estar siempre motivadas por el bien de las personas, considerando de un modo privilegiado a los más vulnerables, a los más pobres. No podemos resignarnos a aceptar la inequidad y la injusticia social como datos de la realidad. No podemos separar la ética de la vida ni de la economía.


  1. Es por ello que consideramos imprescindible lograr acuerdos consensuados entre el gobierno y la oposición en favor de la equidad, de modo que las políticas públicas y los emprendimientos del sector privado promuevan la creación de empleo, especialmente en los sectores más necesitados, e impulsen la productividad. También es necesario llegar a un acuerdo nacional que dé a la educación de calidad la prioridad que se merece. Sin estas medidas en el orden laboral y educacional no lograremos reducir substancialmente las brechas de ingreso que existen en nuestra sociedad.


  1. Agradecemos sinceramente a todas las personas e instituciones que han acogido nuestro llamado a promover la justicia y la equidad con buena disposición y búsqueda de propuestas. Ante la proximidad del Bicentenario, no quisiéramos que esta voluntad quedara archivada como una más entre las buenas intenciones. Por eso, sentimos nuestro deber, como Obispos de la Iglesia Católica, perseverar en nuestro empeño de invitar a la sociedad a dar nuevos pasos en este camino.


  1. Hacemos un llamado al diálogo nacional que incluya todas las miradas que busquen el progreso de nuestro país y de las familias más pobres, para acercar posiciones y lograr acuerdos entre los actores con mayor responsabilidad por el bien común, y de esta manera, puedan impulsar las medidas que conduzcan a una patria con mayor justicia social. De nuestra parte, siempre estaremos dispuestos a motivar dicho diálogo y a facilitarlo. Invitamos a comprometerse en él a los católicos y a las personas de buena voluntad que sirven en el mundo laboral, político, académico, científico y comunicacional.


  1. Tal como expresábamos en nuestra declaración del 18 de julio pasado, necesitamos “escucharnos y abrirnos a buscar soluciones que integren los distintos puntos de vista, para resolver los dramáticos problemas de pobreza y trabajo precario”. Creemos en el diálogo y por eso hacemos este llamado. Nuestra Iglesia está dispuesta a colaborar en él, cumpliendo así el encargo que recibió de Jesucristo y por el cual nos juzgará un día. (cfr. Mt 25, 31ss).


  1. Sin justicia social no puede existir democracia integral”, nos decía san Alberto Hurtado, cuya fiesta recordamos este 18 de agosto, Día de la Solidaridad. Que su testimonio inspire el diálogo y que éste produzca abundante fruto. Todo ello se lo encomendamos a la protección de María Reina, Madre de Jesús, cuyo reino no tendrá fin.



EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE



Alejandro Goic Karmelic Gonzalo Duarte García de Cortázar

Obispo de Rancagua Obispo de Valparaíso

Presidente Vicepresidente


Francisco Javier Errázuriz Ossa Ricardo Ezzati Andrello

Cardenal Arzobispo de Santiago Arzobispo de Concepción



Cristián Contreras Villarroel

Obispo Auxiliar de Santiago

Secretario General


Santiago de Chile, 22 de agosto de 2007."

miércoles, agosto 01, 2007

Algunas notas sobre el femicidio.

Transcribo para ustedes un artículo mío que se va a publicar en "La Semana Jurídica" de Editorial Lexis Nexis, a instancias de mi comadre Mallén:

La cifra de más de 30 mujeres asesinadas en nuestro país por sus parejas o ex parejas sólo durante lo que va corrido de este año 2007, y en particular la crudeza de los últimos casos informados por la prensa, constituye un hecho que abruma y avergüenza a Chile, y motiva a que la sociedad toda se cuestione tanto por los orígenes como por las soluciones en materia de violencia intrafamiliar, en particular contra las mujeres, y que tienen como fatal corolario el femicidio o feminicidio, con un denominador común, sacado del título de un filme: “La maté porque era mía”.

Para contextualizar, cabe indicar un concepto amplio de femicidio (no restringido a las parejas actuales o anteriores), definiéndolo como todo homicidio de una mujer (recuérdese la cruda realidad de Guatemala y de Ciudad Juárez, en que no media necesariamente relación de pareja alguna entre victimario y víctima, pero sí una violencia inusitada contra la mujer), a manos de sus esposos, amantes, padres, novios, pretendientes, conocidos o desconocidos, definido como una forma de pena capital que cumple la función de controlar a las mujeres como género.

No parece malo que se pretenda hacer modificaciones legales que tiendan a mejorar la protección de los derechos de las mujeres frente a sus posibles agresores, especialmente tratándose de individuos tan próximos a su entorno. A este respecto, estimo que las modificaciones legales debiesen encaminarse más que al establecimiento de una figura legal independiente del homicidio, hacia la incorporación de circunstancias agravantes o calificantes en los delitos contra la vida y la integridad física de las personas (homicidio, lesiones), normados en el Título VIII del Libro II del Código Penal, que incluyan a las parejas o ex parejas no convivientes, como pololos o novios (ya el parricidio incluye a los cónyuges y convivientes, actuales o pasados) y a la consideración para constituir la agravante de reincidencia contemplada en el artículo 12, circunstancia 16ª, de todas las situaciones de maltrato intrafamiliar, tanto psíquico como físico, sean constitutivas de delitos o de faltas, con la finalidad de englobar un fenómeno social que no es parcelado, sino que está integrado por una serie de hechos que pueden partir simplemente de una escena de celos desproporcionada en el pololeo hasta llegar a una muerte.

Lo verdaderamente cuestionable en el análisis es que, desafortunadamente, el punto de mira recae principalmente, como sucede con demasiada frecuencia en un país legalista hasta el absurdo como el nuestro, en la necesidad de modificar y/o agregar delitos al catálogo presente principalmente en el Código Penal, ante la creencia tan arraigada en nuestra sociedad, y por desgracia en el grueso de la clase política, de que las leyes pueden modificar positivamente las conductas de las personas y, particularmente, que el aumento de penas o el establecimiento de nuevas figuras delictivas puede producir una inhibición de los comportamientos criminales, lo que diversos estudios criminológicos han demostrado no es cierto. La preocupación actual es si se debe legislar o no, y en que forma, olvidándose que, más allá de la forma jurídica que pueda tener el castigo al femicida, particularmente en los casos de vínculos sentimentales, el mayor recurso contra la violencia contra la mujer y su consecuencia mayor, su muerte, es la modificación de modelos de conducta enraizados en nuestra gente, sexistas y machistas, que “cosifican” al género femenino, convirtiéndolo en sujeto de propiedad del varón en cuestión, lo cual se consigue con introducir, por ejemplo, cambios en el nivel de educación preescolar, para que, al menos, las nuevas generaciones no vengan condicionadas por las conductas tan nefastas arriba indicadas.

Por supuesto que es un avance el aumento de denuncias de violencia intrafamiliar, que da cuenta de una pérdida del miedo al agresor, y que se haya establecido el delito de maltrato habitual; sin embargo, es necesario que no se vuelvan a escuchar comentarios tales como el que recordaba en estos días la senadora Soledad Alvear, quien como ministra del SERNAM debió escuchar a un parlamentario que decía que las viviendas debían tener paredes más gruesas para que no se oyese en las del lado cuando el marido le pegara a la esposa o defensores públicos argumentando a favor de sus defendidos que todo es producto de que los hombres trabajan mucho, el niño da problemas, llegan cansados y la señora “comadrea” con la vecina, como se indica a modo de ejemplo en un estudio de la Defensoría Penal Pública, dado a conocer en estos días.

Me parece que la clave es comprender que, la más de las veces, son la sanción social y la solidaridad humana los factores disuasivos más poderoso contra el que agrede. Sólo cuando como sociedad aprendamos a que hombres y mujeres tenemos igual naturaleza y dignidad, que nada justifica los comportamientos violentos, que éstos deben ser castigados en la medida que la situación lo haga necesario y que nunca se deben cerrar los oídos y los ojos, sino que es un imperativo moral denunciar lo que ocurre a nuestro alrededor, sin vivir esperando que sea la autoridad o las modificaciones legales las que hagan todo el trabajo, habremos dado pasos gigantescos hacia la disminución y quizá la futura erradicación de la violencia intrafamiliar, sin que tengamos que volver a escuchar casos como los de los últimos días.

lunes, julio 30, 2007

Entrevista virtual

Me entrevistó mi comadre Mallenchu, que es una periodista de verdad y no sólo de vocación. Tratando de ser lo más sincero posible, ahí van mis respuestas.

1. Relata el día más feliz de tu vida.

Yo creo que hay varios: el día que nació el Ignacio, a pesar de todo lo que corrimos, porque fue parto por cesárea de urgencia, pues en la ecografía de control que se tomó la "chica" en la mañana el doctor se percató que el niño no estaba creciendo y nos mandó a hablar con el ginecólogo porque había que operar ese día. El mejor minuto fue cuando el Nachito ya había nacido y lo habíamos conocido, y se lo llevaron llorando para el examen del neonatólogo, pues al escuchar mi voz se calmó y se portó como un caballerito. Luego me tocó ir a dejarlo a Neonatología de la clínica. Impagable.
Otro día feliz fue el 18 de octubre de 2000, en que me puse a pololear con la Claudia,porque llegué con una rosa a la Vicaría, que había comprado temprano (me gané suspiros de ternura de unas escolares cuando me vieron con la dichosa flor), todas mis amigas en la Vica me molestaron con que era para ellas, y luego se la entregué, junto a un poema, y me dijo que sí, y todavía no se arrepiente (y yo tampoco).
Finalmente, el día que por primera vez hicimos el amor (no contaré más, porque no me incumbe sólo a mí), sobre todo porque era la primera vez de ambos y el inicio de un hermoso camino de descubrimiento que hemos hecho juntos.

2. ¿Cuál es tu bebida favorita, y por qué?

Acogiendo el concepto restringido, la bebida gaseosa que más me gusta es la Sprite Zero, junto a la Quatro, siempre que sea helada, y antes la Limón Soda, creo que porque me gustan esos sabores más bien alimonados y cítricos, lo que nos lleva a que me gusten como tragos el Tequila Margarita, la Caipirinha o el Pisco Sour, pero en alcohol prefiero un buen Merlot o un Rose, o para algo más íntimo champagne (sí, es afrodísiaco).

3. Si pudieras hacerle tres preguntas a Dios (con respuesta cierta de vuelta)... ¿Qué le preguntarías?

¿Cómo se puede amar a personajes como Hitler, Franco, Pinochet o Stalin, por ejemplificar?
¿Qué tan terrible fue lo que vio la mujer de Lot como para convertirla en estatua de sal? ¿Algún secreto de fe?
¿Podrías enseñarme mil maneras de dar la vida por los amigos?

4. ¿Le temes a algo? Si es así... ¿A qué?

Al fracaso, me persigue, me acosa, desde lo más simple a lo más complejo. Ya conté el rollo de la bicicleta en el blog, pero me impedía hablar con las niñas que me gustaban o para sacarlas a bailar en una fiesta, por si me decían que no. Ligado con lo mismo, miedo a no cumplir con las expectativas. Mucho más antes que ahora parecía permanentemente en competencia contra alguien, generalmente yo mismo. Era tan patético y notorio mi nivel de autoexigencia (y también el que sin querer me impusieron mis papás) que mis compañeros de curso sabían si me había ido bien en una prueba por la cara con la que me devolvía a mi asiento después de retirar mi nota desde el pupitre del profesor.

5. ¿Cómo crees que será el Andrés de 70 años? ¿Dónde y cómo lo ves?

Si la historia es cíclica y siguiendo lo que fue mi abuelo a esa edad y cómo mi papá va para donde mismo, me debiera imaginar como un viejo canoso, pelado y enojón, sentado en un sillón viendo tele y parándose para ir al baño, para comer, para dormir, para dar un paseo por el puerto en San Antonio o para ir al cuarto de las herramientas, lugar de refugio personal. Como la historia se puede corregir, pues no creo en el eterno retorno postulado por los griegos, cambio el televisor por un libro y una chimenea, el cuarto por una biblioteca y musicoteca amplísima, y los paseos por viajar por donde quiera, abrazado con mi mujer y ojalá de la mano de alguno de mis nietos. Lo pelado y enojón, no hay milagros para eso.

sábado, julio 28, 2007

Cadena de (entre, para) bloggers

Mi comadre me invitó a participar en un juego/cadena entre bloggers.El nombre del asuntillo éste es “me-me” (“mi-mi”, o sea “yo-yo”. Ideal para ególatras).

Las reglas son las siguientes: cada jugador cuenta 8 cosas sobre sí mismo; antes de exponer tus ocho tópicos, debes incluir las normas básicas del jueguito en el mismo blog para que el resto no se pierda; y debes invitar a otras ocho personas a seguir con esta dinámica. Ojo, que no hay que olvidar el postear en los blogs de los ocho elegidos avisando que han sido seleccionadas para este juego. Salvedad: en mi caso no tengo ocho bloggers, pero igual no más.

Ahí van mis ocho:

La bicicleta: Uno de los rasgos más acentuados de mi personalidad es una bajísima tolerancia a la frustración, sumada a una autoexigencia un poco enfermiza, extrapolada a los más diversos e insulsos tópicos de la vida. El episodio paradigmático de esta tan poco sana costumbre ocurre aproximadamente cuando tenía 6 o 7 años. Como es habitual a esa edad, yo tenía una bicicleta que me habían regalado en Navidad, en medio de un aparataje complejo, para que no me diera cuenta del dichoso regalito (dato Rossa: era de marca Lahsen. ¿Se acuerdan del pololo con cara de pavo que tenía la Bolocco cuando la eligieron Miss Universo?). Como es lógico, aprendí con las ruedas traseras puestas, acompañado por mi papá, que se daba el tiempo para pasear conmigo y darme instrucciones, amén de vigilarme (tengo un papá un poquito aprensivo, afortunadamente no tengo hermana). Todo bien, andaba fantástico, rápido, usaba bien los frenos, era capaz de andar en la bicicleta levantándome del sillín, etcétera. Pero... un día cualquiera, mi padre estimó suficiente el período de aprendizaje y decidió hacerme practicar sin las rueditas salvadoras. Resultado: no me equilibré nunca en toda esa tarde, me caí varias veces, mi papá se aburrió y se enojó conmigo, y desde ese momento, NUNCA más me subí a una bicicleta, y puedo decir que no sé andar en ella.

Una inocente escondida: Imagínense la siguiente situación: niño de tres años desaparecido después de haber salido a jugar con los vecinitos de la casa de enfrente. Siga imaginando a todos los vecinos movilizados, una madre, abuelos, tíos y demás parientes poniéndose histéricos, elucubrando las más descabelladas teorías sobre cómo se perdió el niño y dónde se pudo haber metido, como para haberse esfumado de la casa de enfrente sin que nadie se percatara. Después de varias horas sin rastros y registrando la citada casa, aparece el pequeñín, o sea yo, ...durmiendo profundamente detrás de un armario, donde se había metido jugando a las escondidas.¡Plop!

Declaración de principios: Miércoles 11 de octubre de 2000, pasadas las 11 de la noche. Después de poco más de un mes de una amistad crecientemente "amistosa" y unos pocos más de compartir en el equipo de Liturgia de la Vicaría de Pastoral Universitaria (en adelante VPU), le daba el primer beso a mi actual señora, mientras la acompañaba a tomar locomoción a su casa, desde el centro a La Florida, luego de haber visitado a unos amigos y haber dilucidado la incógnita respecto a si era yo u otro amigo el dueño de sus afectos (guardaremos su nombre, pues algunos de mis lectores lo conocen y bastante), e instantes después que este mismo personaje tomase sólo Dios sabe qué micro, cuando captó que comenzaba a "estorbar". Se imaginarán un minuto romántico, un abrazo y una conversación amorosa, en fin. Pues, no. El lindo se mandó flor de declaración, siendo una de las primeras, sino la primera oración, algo como "Quiero advertirte que soy muy celoso", derivado esto de que yo sabía que eventualmente había otra persona por ahí, muy cercana a mi Claudia. Sencillamente... idiota. Creo que dije algunas otras linduras acerca de mí mismo. Aún hoy nos da risa.

Mi camita: Cuando era chico, aproxiamdamente hasta los cuatro años, vivía en la casa de mi Mamita Julia (mi abuela materna), en una parte del terreno en que mi papá, con ayuda de mi tío Julio, había edificado un dormitorio, un living comedor y una cocina, que fue mi primer hogar. Allí pasé prontamente de la cuna a una cama de plaza y media, muy parecida a la de mis papás, durmiendo en la misma pieza. Esa cama es parte de toda mi vida, en ella dormí, en cada casa que viví, hasta que me vine a Santiago a la universidad, usándola sólo los fines de semana, y cuando me casé, me la traje y hasta el día de hoy es la cama de visitas y la que yo uso ante ciertas eventualidades. Lamentablemente, por asuntos de espacio en el vehículo en que la traje, tuve que intercambiar el somier con otra de las camas de la casa de mis papás. Ése es el mismo tálamo al que, por allá por 1986, le rayé con lápiz mina "Gol de Maradona", con horror para mi madre; el mismo en que lloré por desilusiones amorosas o derrotas de mi equipo de fútbol; el mismo que servía de trinchera para "jugar" con mi hermano, etc. Espero heredársela a mi hijo.

Quien canta su mal espanta: Mi vicio, mi catarsis, mi hobby, mi manera más propia de comunicarme con Dios. Todo eso y varias cosas más significa el cantar y la música en general, y afortunadamente, según me han contado y me he ido convenciendo, lo hago bien. Hasta mis estados de ánimo pueden graficarse con el hecho de si tengo o no ganas de cantar, o el tema que ando tatareando. Lo único malo es que no toco guitarra, por lo que siempre necesito de un partner que colabore y que se acople a mis gustos, lo que no es tan fácil.
La verdad no tengo idea cuando empecé con esto, pero parece que partí con "El rey" de Pedro Vargas en el patio de la casa de mis abuelos maternos. Ya más grande y como todo cantante que se precie de tal, tuve de escenario el baño de mi casa, y hasta mis vecinos me escuchaban, al punto de que mi vecina del lado le dijo a mi mamá con mucha simpatía que sabía pefectamente cuando yo estaba en el baño. Me he sorprendido (y creo que por desgracia cada vez menos) cantando mientras voy por la calle; de hecho, otra señora del barrio se reía mucho por el hecho de escucharme ir por la calle prácticamente a voz en cuello entonando lo que se me viniera a la cabeza. Así he seguido, cantando por mi curso en el colegio, en coros de parroquia, en la VPU, con amigos en pseudo grupos musicales, en múltiples reuniones sociales (café concerts, metrimonios de amigos, fondas, etc.), y por Dios que me ha hecho feliz. Ahora que no estoy en coro, la verdad es que me lo hecho en falta, porque el solo escuchar música se me ha hecho insuficiente, pero confío en que volveré por mis fueros.

La vocación: He sido cercano a la Iglesia Católica desde muy niño, acompañando a mi madre, a mis abuelitas y a mi abuelo materno a misa, al Mes de María, a las festividades de Semana Santa (incluso la Adoración de la Cruz y la Vigilia Pascual). Estudié en el Instituto del Puerto de San Antonio, a cargo de la Congregación de Hermanos del Sagrado Corazón, donde participé durante muchos años en distintas actividades pastorales, siendo el casi sempiterno delegado de Pastoral de mi curso. Hice misiones urbanas, realicé mi confirmación, iniciara mi participación en coros y que durante algún tiempo haya pasado más tiempo en la parroquia o en situaciones y lugares vinculados a ella más que en mi casa o en el colegio. Después seguí en la Residencia Universitaria Cardenal Caro y en la VPU. Supongo que todo eso explica que tres veces entre los 16 y los 21 años me hayan preguntado si tenía alguna vocación religiosa distintos curas o laicos consagrados y que mi propio padre haya creído que yo no me iba a casar, sino que iba a ser sacerdote, como se lo contó a mis suegros ¡el día en que conversaron acerca de nuestro matrimonio! (cosa que yo no sabía). Bueno, como se darán cuenta, aquí estoy con un hijo, felizmente casado, y tratando de ser buen cristiano, desde la vocación que me tocaba realmente.

El fútbol, bendito fútbol: Éste es mi otro gran vicio. Aclaro que no soy de ir al estadio, por plata y por las barras bravas; de hecho, puedo decir que el Nacional lo conocí yendo a un recital de homenaje al Che Guevara antes de ver un partido y que a Santa Laura sólo he acudido dos veces (tengo suerte, la primera vez la Unión subió a primera y la segunda, fue el primer partido de la final con Coquimbo el 2005). Alguien dirá, con justa razón, que no tiene gracia alguna que a un hombre latinoamericano se apasione con la pelotita, que es casi genético, pero esto es más profundo. Soy hincha de Unión Española, que la última vez que había salido campeón con anterioridad al Apertura 2005 fue en 1977 (yo no había nacido) y además chileno/español (los desafío a encontrar países más frustrados futbolisticamente hablando), pero a mí me gusta el fútbol, venga de donde venga. He gastado cuadernos completos, hojas sueltas varias, diskettes y ahora espacio en el disco duro, amén de diarios, posters, revistas, albúmes (sin completar ni uno), acumulando formaciones y estadísticas de fútbol (también lo hago con otros deportes. A modo de ilustración, tengo las formaciones de todos los equipos de todos los Mundiales adultos y he visto la mayor parte de los partidos de estos certámenes desde 1986 en adelante.
Pero lo que grafica más mi fanatismo (afortunadamente no tengo cable, sería una locura) fue un día por ahí por 1992 o 1993 que vi en la mañana la final escolar de un campeonato de futsal auspiciado por Bilz y Pap, seguí con fútbol español y para rematar el partido final de la liguilla por el ascenso a Segunda División, es decir Tercera División, casi en rotativo, y quizá un partido del campeonato nacional un poco más tarde. Mujeres, odienme.

Pudor: Es sabido que hay mucha gente que le carga ir al baño en otros lugares que no sea su casa, ni siquiera el colegio o las casas de los parientes, en casos más extremos. Yo por ejemplo casi no podía defecar en el colegio.
En mi situación particular, el problema es otro, atenuado con el paso de los años, es producto del pudor (o vergüenza si se prefiere), sumada a la estúpida creencia que la vejiga es un depósito sin fondo y a la confianza ciega en que voy a llegar a un baño seguro. Ya se habrán dado cuenta: me carga orinar en la calle. Cuando uno es adulto esto no provoca mayores inconvenientes, salvo el dolor, el posible riesgo de una infección (cistitis)o el llegar corriendo desesperado al W.C. más próximo, porque la continencia vesical ya está más o menos dominada, pero a los 9 años simplemente no. Al respecto una vergonzosa experiencia:
Una vez llegué corriendo a casa con deseos incontenibles de orinar, pero no alcancé. Tragicómicamente dejaba un rastro en el pasillo que conducía al baño de mi casa. Cuando arribé por fin al bendito retrete, ya no quedaba nada, todo estaba en el suelo, mis piernas y mis pantalones.
Esto casi me ocurrió de nuevo hace unos tres años atrás, pero justificado porque estaba haciendo mi práctica y el único baño era el público que tenía la Municipalidad de San Antonio, que había que pagar para usar y cerraba a las dos, o sea, si te daban ganas después cooperabas, porque en la Corporación de Asistencia Judicial no había W.C., así que un día iba saliendo como a las cuatro de la tarde y tuve que correr a la casa de mis papás, y por suerte no hubo desastre. Pero se me pasó esta tranca y si la angustia es mucha un árbol oculto, una muralla amiga o un sitio baldío son prácticos pa' darse un lujo, como diría el Profesor Rossa.

Mis elegidos, aunque no son ocho, son:
todonosecompra.blogspot.com
colmanletras.blogspot.com

Suerte y ojalá hagan un post al respecto.

miércoles, julio 04, 2007

Comentarios varios...

En medio de tanta sobredosis de fútbol, aborrecida por la mayoría de nuestras mujeres e idolatrada por quienes, como yo, estamos con tiempo de sobra para ver todo lo que de fútbol nos pongan por delante, salvo los partidos que TVN da después de la medianoche, me voy a dar un rato para comentarles algunas cosillas respecto a diversos temas de actualidad y otros no tanto:

1.- La infraestrucutura deportiva:Los diversos corresponsales en la Copa América nos han insistido majaderamente en los maravillosos estadios venezolanos, que son de nivel de Copa del Mundo, que se han gastado cerca de US $ 500.000.000 en reparación, remodelación y construcción de estadios y complejos deportivos por parte del gobierno bolivariano de Chávez, haciendo un odioso parangón con la triste y paupérrima realidad de los recintos chilenos ( lamentablemente cierta). Pero casi nadie se ha detenido a pensar que la riqueza petrolera que tiene el país de Bolívar les permite darse esta clase de lujos, amén del afán propagandístico propio de las naciones que se dicen a sí mismas comunistas o socialistas, según les convenga (antigua Unión Soviética, Cuba, Alemania Oriental, etc.), por lo que no parece nada de absurdo el inmenso nivel de inversión, sumado a que casi cualquier país latinoamericano tiene más cultura deportiva que Chile, aunque sea por puro pan y circo, donde el deporte y la recreación no son precisamente prioritarios, contrasentido total dados los altos niveles de obesidad, tanto infantil como de adultos, el alto grado de sedentarismo y la organización absolutamente amateur de la mayor parte de nuestras entidades deportivas, inclusas las de deporte de alto rendimiento (exclúyase el Progarma ADO Chile), y eso que Sergio Santander Fantini ya falleció.
2.- El "díscolorín" Zaldívar:Ya sabemos que el senador Adolfo Zaldívar es el paradigma de lo que se ha venido en llamar parlamentarios díscolos de la Concertación, denominación variopinta en la que se contienen algunos socialistas de viejo cuño, el inclasificable Nelson Ávila y los miembros de la corriente interna DC denominada "colorines" (amigos del sujeto en cuestión), los que, de seguro con buena intención, buscan que el gobierno y la coalición gobiernista rectifiquen el rumbo y vuelvan a "la gente", en particular a la clase media, los microempresarios y la lucha por una mejor distribución del ingreso, con cargo a la caja fiscal. Resulta altamente curioso oír todo esto del senador Zaldívar, quien en cada oportunidad, como ahora a propósito del bullado aumento de recursos para Atrasantiago, se encarga de dejarnos claro que él es algo así como el autoproclamado defensor de los oprimidos ya indicados, en contra de los poderes fácticos. Él, emparentado con la aristocracia más rancia de esta tierra (verbigracia: segundo apellido Larraín, su cuñada Hurtado); él, que reclama contra el gobierno por preocuparse sólo de los grandes empresarios, pero que tiene acciones en pesqueras de Angelini y no se inhabilitó para votar la Ley de Pesca corta; él, que... no sigamos. Al señor Zaldívar nunca le gustó la Concertación tal como se gestó, teniendo que aliarse con socialistas, ex Mapus y otros miembros de la Unidad Popular, así que sería mejor que este señor sincerase sus reales intereses y tomase de una vez por todas sus petacas y se fuese a otra parte donde quizá convenza a alguien de la rectitud de sus intenciones, porque hasta donde yo veo, el pelirrojo sólo está enfermo por no poder, sí, por no poder tener todo el poder que quiere poseer (valga la redundancia).
3.- Emblemático:En la última época se ha venido escuchando con frecuencia insoportable, en toda clase de ámbitos y a toda clase de periodistas, inclusive aquellos más reconocidos y destacados, usar a diestra y siniestra, a un punto que se puede calificar de agotador, para referirse a las más variadas situaciones y/o personajes que son característicos de alguna actividad, el vocablo "emblemático", denotando con ello, que son muestra o representación de algún grupo o suceso. Se preguntarán qué puede tener de particular esto y la respuesta viene sola: pobreza de lenguaje. Extracto para ustedes las definiciones de emblema y emblemático para que se entienda el concepto.
"emblema.(Del latín, latino o latina">lat.emblēma, y este del gr.ἔμβλημα, adorno superpuesto).
1. m. Jeroglífico, símbolo o empresa en que se representa alguna figura, al pie de la cual se escribe algún verso o lema que declara el concepto o moralidad que encierra. U. t. c. f.
2. m. Cosa que es representación simbólica de otra.
3. m. Bol. bandera(‖ tela que se emplea como enseña).

emblemático, ca.
1. adj. Perteneciente o relativo al emblema, o que lo incluye.
2. adj. Significativo, representativo. Un edificio emblemático."

Si se dan cuenta, el problema no es el significado de dicha expresión o vocablo, correctamente usado, pero, por Dios, ¿y los sinónimos?.

Una vez más queda meridianamente clara la pobreza y escasez existente en el uso de nuestro idioma castellano, siendo particularmente preocupante que esto suceda en personas preparadas y que han estudiado para usar la palabra para comunicar, y para ayudar a formar opinión en todos nosotros. Y después pedimos mejores resultados en las pruebas de evaluación de calidad de la educación y nos espantamos de los bajísimos resultados en Lenguaje y Comunicación. Sencillamente... emblemático.
Chaíto.

domingo, junio 17, 2007

¿Por qué no posteo?

La idea del título de este post surgió de una conversación con mi señora, a quien le parecía muy simpático escribir algo sobre el por qué de la poca renovación de este sitio. Así que las gracias a ella por darme un empujoncito, bastante necesario, por lo demás.

Sé, a ciencia cierta, que ha bajado muchísimo la producción de post de este humilde servidor, al punto de que algunos de mis lectores han manifestado su inquietud por esta escasez de material nuevo en este espacio.

La verdad es que ando con un ataque de flojera y una suerte de bloqueo creativo derivada de un rol bien particular que tengo por esta época, cruzada por la búsqueda fallida de trabajo y una serie de dudas existenciales que espero discernir pronto: estoy de papá de tiempo completo, teniendo una oportunidad, derivada de las ya citadas circunstancias, de aprovechar todo un período de crecimiento y de aprendizaje de mi hijo que es simplemente maravilloso, pero desafortunadamente para ustedes, queridos lectores, dada la incansable actividad de mi Nachito en sus períodos en que no duerme la siesta, mi tiempo entre estos descansos se limita a cocinar y a otros quehaceres de la casa, quedándome sólo el período entre el final de la comida de la tarde luego de la llegada de la Claudia desde el hospital (a menos que a mi mujercita le toque turno) y la acostada final de mi niñito para el ocio (salvo cuando tenemos reunión de comunidad o terapia de pareja), para revisar las bolsas de trabajo, los mails y distraer la mente con los sitios de deportes, los blogs de otros amigos o simplemente jugar en el computador, y no me concentro lo suficiente como lo amerita la redacción de un texto ameno, comprensible y de algún interés para los lectores.

Así las cosas, les ruego paciencia. Me encantaría escribir más y mejor, y espero, con el favor de Dios, recuperar las energías, para darle un nuevo impulso a este espacio que nació, para quienes no lo saben, hace ya un año y 8 días, en medio de un período de inicio de la vida laboral y con la necesidad de poder hablar de aquello que no siempre se tiene la oportunidad de decir en el cotidiano, sea cual sea la razón para ello.

Finalmente y pese a las "quejas" expuestas por el agotamiento al que me tiene entregado ser "nano" de mi hijo, y siendo aún el día del Padre, quiero agradecerle a mi hijo y a mi mujer, porque sin ellos yo no podría celebrar esta fecha, y por Dios que este año me he sentido papá. Saludos a todos los amigos que ya son papás, a los que estén prontos a serlo, a los que aún no se deciden, para que lo intenten, porque es precioso, y a mi papá, a quien vi estos días, y que no ha estado muy bien de salud, y por supuesto, por la muerte reciente de su mamá.

Chaíto a todos.

domingo, mayo 20, 2007

Ya no soy nieto.

Desde el lunes 14 recién pasado, aproximadamente a la una de la mañana, he dejado de ser nieto, o lo que es más cierto y correcto, falleció mi última abuela, Rosa, la mamá de mi papá, lo cual me ha llevado a caer en la cuenta de que, de golpe y porrazo, me he convertido en parte de la segunda generación de mi familia paterna y que ahora Nachito y sus otros primos son la tercera generación de los Dequero. La verdad, rarísimo.
Se preguntarán por qué esta mirada tan extraña y tan ajena a los lógicos sentimientos de aflicción y tristeza que genera la partida de un ser querido y, para ser sinceros, me resulta difícil tener otra. Sin que fuese una relación inexistente, la que había con mis abuelos paternos y con mi abuela en particular, no fue especialmente afectuosa ni repleta de regaloneos, en fin, cosas que los nietos esperamos de los abuelos, más si la comparo con el hecho incuestionable de haber sido el regalón de mi Mamita Julia y de mi Tata Benito (nótese la diferencia de tratamiento). Lo cierto es que no es decisión mía o de mi hermano que haya sido así, sino que es más bien fruto de una tensión permanente entre mi papá y mi abuelo José por asuntos que no vienen al caso relatarles (al menos yo lo siento así), pero que son lo suficientemente poderosos como para entender a mi padre, lo cual jamás obstó para que se preocupara de mis abuelos, no los visitara o no sufriese infinitamente con sus muertes, y que nos incentivase a nosotros a hacer lo mismo, pero siempre fue más trabajoso para mí darles tiempo o ir a verlos, sumado al hecho de que, cuando yo era chico, hubiesen sólo adultos en la casa (mis tíos y mis abuelos) y se respirase siempre un aire triste, con mi abuelo en su cuarto,con su vieja radio y su mapa de España en la pared, y mi abuela en la cocina.
Empero todo lo anterior, me quedo con tres recuerdos de mi abuela Rosa que me van a hacer recordarla con muchísimo cariño:
1.- Una historia de vida bastante terrible, si se piensa que no conoció a su mamá ni a su papá, la crió su abuelita (según tengo entendido), se inscribió sola en el Registro Civil acompañada por una señora amiga, por lo que sus apellidos (Soto Soto), no son los que le correspondían. Es decir, las ausencias de cariño eran evidentes. Más tarde, se casó joven con mi abuelo, el cual no fue precisamente el paradigma del buen marido, y tuvo siete hijos, sufriendo el deceso de una de sus niñitas, Amalia, cuando todavía era pequeña. Objetivamente, jamás hubo gran abundancia material en la casa y si bastante apretura, hasta el final de sus días, sumado a su larguísima enfermedad.
2.- Su dedicación a la Iglesia mientras estuvo en condiciones de participar, sea en grupos de oración, sea en las Damas de Gris; su devoción constante, siempre con su Biblia en el velador y su rosario.
3.- A pesar de que su cabecita estaba bien sólo a ratos, alcanzó a incorporar en sus archivos a mi Nachito, me preguntaba por él, se preocupaba y, en sus desvaríos, se sentía triste de no poder cuidarlo.
En fin, que el Señor te haya recibido a su lado para que tengas el merecido descanso y que desde el cielo nos cuides con tus oraciones, un beso, un abrazo y un te quiero, abuelita Rosa.

viernes, abril 13, 2007

Cumpleaños

Cada vez me falta menos para el cambio de folio: Hoy cumplo veintinueve años, y ya escribí un libro (mi tesis de grado), tengo un hijo, mi Nachito, mi compañero de toda esta semana, mientras la mamá está en un curso, y creo haber ayudado a plantar un ciruelo a mi tata Benito en el patio de la casa de mis papás en San Antonio.

Alguien diría que no me queda nada por hacer para ser feliz, de acuerdo a esta fórmula clásica, pero me parece que día a día se construye el camino a la felicidad, equivocándose, pero sobre todo aprendiendo de los errores; cada año cumplido no es más decrepitud, sino experiencia acumulada, recuerdos buenos y malos, siempre más abundantes los primeros, en fin, un bagaje que espero saber usar en mi beneficio, mas no lucro.

como dice la máxima "cada día tiene su afán", por lo que no me cabe más que mirar con alegría este nuevo año de vida, que ojalá sea mejor que el anterior, viendo crecer a mi niño y a mi familia, en amor, en fe, en solidaridad, con la ayuda de los amigos, de mi comunidad CVX, de mi amada Claudia y con la gracia y compañía de Dios, como lo he sentido hasta ahora.
Chaíto.

Con diccionario en mano...

Este post surge a propósito de la iniciativa impulsada por la Escuela de Escritores en España, denominada "Adopta una palabra" y seguida en Chile por Coloma y Nelson Ávila, a fin de salvar palabras de la lengua castellana consideradas en peligro de extinción, consistente en apadrinar vocablos y comprometerse a usarlos a lo menos tres veces en el año, de manera pública, incorporándolas en sus comunicados y discursos, para que no se pierdan con el paso del tiempo.

Interesante iniciativa, sobre todo para Chile, un país reconocido por su mal uso del idioma y en que el vocabulario usado en el cotidiano es reducidísimo, tomando en cuenta que nuestra lengua tiene cerca de 150.000 términos y con certeza, dado el abuso que hacemos de muletillas y garabatos, como "la custión", "la esta", "esteee..." y nuestro clásico " ...on", además de las abreviaciones para enviar mensajes de texto o chatear, el bajo índice lector de la población, etc., no utilizamos ni con mucho un 10% de ese total, perdiéndose con ello, términos de una gran riqueza etimológica, de gran sonoridad y belleza, que a ratos parecen sólo propios de la poesía más culta.

Imposible olvidar las clases de Castellano (hoy Lenguaje y Comunicación), cuando el profesor nos hacía practicar término excluido para la extinta P.A.A., con términos como escaldado (quemado con agua caliente) o los múltiples sinónimos para flaco, aparte del obvio delgado, tales como esmirriado, enteco o famélico (homenaje a mi amigo Tito). O los dictados del hermano Sergio con oraciones como "Huelga decir que las hormigas son muy trabajadoras", descubriendo que "huelga" significa también "está de más". O al profesor Náquira de la cátedra de Derecho Penal en la Católica, que por cada término relevante usado en clase, usaba tres, cuatro y hasta cinco sinónimos, ayudando a ampliar el vocabulario de sus alumnos, muchas veces tan inope.

Es inevitable que se abandonen palabras, ya por el desuso lógico derivado del paso del tiempo y los cambios sociales de toda índole, así como por la ya famosa globalización, que ha ido estrechando las fronteras, incluso idiomáticas, particularmente por el uso masivo del inglés, que ha traspasado e infiltrado nuestras barreras, extranjerizando poco a poco nuestra lengua madre, a la que impúdica e indefectiblemente vamos dejando de lado.

Pero hay esperanzas; para el que quiera cultivarse, le recomiendo lea el blog mallenchu.blogspot.com, donde mi comadre, periodista, escritora y bruji Mallén, le da un amplio y favorable uso a la palabra, a través de su poesía y sus crónicas, con diccionario en mano, eso sí.

Otras sugerencias: leer mucho, aunque sea el diario; usar más palabras, aunque los critiquen por cursis o elevados, y usar el diccionario cuando no entiendan algo, y quieran conocer su significado.

Para despedirme, yo apadrino "esperpento", en particular en su tercera acepción (persona o cosa notable por su fealdad, desaliño o mala traza) y coloquio, en su primera acepción (conversación entre dos o más personas). Elija la suya, si quiere.

Chaíto.











jueves, marzo 22, 2007

22 de marzo

Hace cinco años atrás, a esta misma hora, había llegado hace poco rato al departamento de mi tía desde la peluquería, y me aprestaba a tomar una taza de té a la rápida para empezar a cambiarme para asistir al momento más importante de mi vida, probablemente desde que salí del colegio o desde que quedé en la universidad: mi matrimonio con Claudia, la mujer de mi vida, la única mujer de mi vida.
Con la perspectiva del tiempo, uno se ríe de lo que fue un verdadero día de locos.
Al mediodía de esa misma jornada, tenía que juntarme con mi profesora guía de la tesis para que me firmara la carta para el informe de inscripción ante la Dirección de Investigación de la Facultad, porque después me iba de luna de miel y no iba a tener tiempo de hacerlo antes que se me venciera el plazo para inscribir la tesis, sin que fuera necesario interrumpir tan magna ocasión. El asunto es que la profe, desesperada, pues sabía que yo me casaba en la noche, llegó cerca de las dos de la tarde, y yo no había alcanzado a ir al peluquero ni a almorzar, lo cual trastocó toda la tarde.
Después de arreglarnos para el evento la multitud de gente que estaba en el departamento (inclusa mi Mamita Julia, que ya no está con nosotros), salí con mis papás hacia la Iglesia, donde me encontré con que los arreglos florales no habían llegado y no sabía porqué, lo cual terminó de intranquilizarme.
Pese a todo, la misa estuvo preciosa, mis amigos del coro se lucieron, en fin, maravilloso.
Se preguntarán por qué diablos les cuento todo esto. Simple y sencillamente por la inmensa alegría de saber que, pese a todos los problemas, esta historia de amor sigue adelante, y se hace más hermosa, porque el 22 de marzo de 2002 es el comienzo de mi familia, que ahora tiene al Ignacio como uno más, caminando como loco, como si nunca fuese a cansarse ahora que se lanzó a la vida y tiene tanto por conocer.
Gracias a Dios por esta etapa hermosa, gracias por caminar con nosotros de la mano, ayudándonos en la dificultad y gozándose en nuestros éxitos.
Gracias, Señor, por el otoño, mi época favorita del año, sobre todo desde hace cinco años.
Chaíto.

martes, marzo 06, 2007

Conclusiones varias...

Ya han transcurrido varias semanas desde el comienzo del famoso Transantiago y, desde mi humilde perspectiva, todo esto ha arrojado una serie de interesantes conclusiones:

1.- "Todo tiempo pasado, ¿fue mejor?: Ahora resulta que las micros amarillas eran mejores. Usted se preguntará por qué. Básicamente, porque significaban un mínimo esfuerzo físico y mental para utilizarlas, en el sentido de tener que caminar poco y qúe uno se subía a una micro cerca de la casa y lo dejaba muy cerca de donde tenía que ir, fuese trabajo, estudio, etcétera. (Inolvidable la señora que envío un mensaje a la huincha de texto de "En boca de todos", pidiendo el regreso de los antiguos "servicios", porque su hija tenía que caminar 10 cuadras al colegio... ¡Sencillamente notable!). Pero se olvida que las famosas amarillas eran unas fumarolas ambulantes; que iban igual de llenas; que había que mamarse dos horas de ida y dos de vuelta; en los casos más extremos, para poder trasladarse al lugar de destino; que los choferes eran ordinarios, mal hablados, prepotentes, entre otras "virtudes"; que en un recorrido más o menos extenso se subían aproximadamente 20 charlatanes con distintas historias, amén de pésimos cantantes las más de las veces, payasos oxidados y vendedores de artilugios inimaginables, como sacados de Macondo, en fin... Al margen, echo de menos las calcomanías que colocaba el chofer en su "máquina".

2.- GPS no es el Global Position System o Sistema de Posicionamiento Satelital, sino algo así como Gran Pesadilla del Sistema, porque si realmente existiese el divino dispositivo, sabríamos con certeza por qué la micro no llega y dónde porquería está, aparte del hecho que aún no existen la totalidad de las prometidas 5600 micros.

3.- El día tiene aproximadamente 15 o 16 horas y no 24, como nos habían mentido durante siglos, porque no hay otra explicación para que los servicios nocturnos desaparezcan a las 21:00 o 22:00 horas, aparte de que los señores empresarios no quieren gastar plata en cumplir adecuadamente con los contratos firmados, teniendo todos los vehículos y conductores necesarios, pues tienen asegurados los ingresos hasta abril.
4.- El señor Lagos nos metió a todos (oh paradoja) "el dedo" en la boca, porque nos acaba de dejar claro que su gobierno (a estas alturas calificable de gran programa de realidad virtual) sólo diseñó, como las pelotas, pero sólo eso y que la implementación le correspondía a este gobierno. Por eso, fue en su período que se optó por potenciar el Metro en vez de arreglar las calles, hacer corredores exclusivos para buses, como en Pajaritos; por eso, fue en ese gobierno se postergó un par de veces la puesta en marcha, etcétera. Total, al gobierno siguiente le tocaba implementar. No me imagino si esto le hubiese tocado a los señores de la Alianza.

5.- La inmensa mayoría de los santiaguinos le teme a lo nuevo (señora aborda en Quinta Normal el tren subterráneo para combinar en Santa Ana a la línea 2 y luego en Los Héroes a la 1, para dirigirse hasta Neptuno, sí, tal como lo oye, y la Estación Neptuno está en San Pablo, calle que también intersecta con Matucana, en la que se encuentra la primera estación citada), por eso y por la falta de micros y de recorridos adecuados, colapsa el Metro, que para peor, muchísima gente no sabe usar, y los demás se dejan llevar por su egoísmo, lógica rabia y confusión, haciendo caso omiso de las instrucciones para colaborar con el desplazamiento, comodidad y seguridad de los otros, empujando, no dejando bajar, no caminando por la derecha, sentándose en el suelo, blablabla...
No vamos a seguir enumerando, para no deprimir ni latear más a los lectores. Sólo queda confiarse a las manos del Señor de la Misericordia, al ministro Espejo y a las 23 medidas señaladas por la Presidenta, y que este invierno no sea, como dirían Los Prisioneros, el más frío que hayamos visto pasar.
Chaíto y suerte, que la vamos a necesitar.
Nota: Este blog comenzó a escribirse el 06 de marzo, pero sólo pudo terminarse hoy, por motivos no relevantes de contarles.

jueves, febrero 22, 2007

Transparencia

Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que nos encontramos y entre medio, partió el Transantiago con sus pros y contras, comenzó el Festival de Viña, el gobierno va a comprar condones para todos, y se acerca el temido marzo. Respecto a todo esto, la palabra clave que me surge espontánea es "transparencia".
En primer lugar, para reconocer los errores que se han cometido en la implementación del plan de transporte, cualidad que, desde mi punto de vista, se ha notado por parte del gobierno, representado en el ministro Espejo, y por algunos de los operadores, en particular Sonda, empresa encargada de proveer el software para implementar el cobro mediante la famosísima "Tarjeta Bip", no así de los usuarios, que no reconocen abiertamente que, en su inmensa mayoría, sufre del mal conocido como "Comodidad citadina crónica", que le impide caminar más de dos cuadras a tomar locomoción, porque es lejos (me gustaría verlos en provincias, en que para acceder a cualquier micro hay que acercarse a las calles principales, y no nos pasan a buscar por la esquina de la casa) y que no quisieron informarse por puro gusto y gana, porque, a modo de ejemplo, cuando apareció en el Metro la tarjeta Multivía se indicó que la idea era poder usarla también para pagar en microbuses más adelante. Lo que pasa es que la gente pretendía que fueran casa por casa diciéndole como iba a ser la cosa, es decir, aplicando a rajatabla la ley del mínimo esfuerzo.
Siguiendo con la transparencia, la señora Bolocco debería reconocer que anda en afanes de reposicionarse a nivel televisivo, porque si no, no se entiende todo este destape que partió con la promoción de "Fama" y sucesivos escotes, para culminar con lo que alguien definió como "vestido del Passapoga", refiriéndose al modelito de Rubén Campos que lució en la gala festivalera, el cual, digámoslo con toda honestidad, se le veía estupendo, pero parecía poco ad hoc y además claramente usado con el afán de opacar a las demás mujeres presente y principalmente a la animadora del Festival, igual como si una invitada fuera de blanco a un matrimonio.
Asimismo, los consortes Dueñas - Olivarí, de quienes no dudo tengan una crisis matrimonial, usaron en exceso esta transparencia, haciendo uso y abuso de la cobertura mediática, seguramente para subirle los bonos a la mal llamada "showoman" chilena (qué falta de respeto para Maitén Montenegro y Gloria Benavides, reales exponentes de dicho género en Chile), en busca de un buen contrato. Para rematarla, la Marlencita usó el burdo recurso de dejar al descubierto parte de su abundante (y no reconocidamente mejorada artificialmente) anatomía, como para hacer olvidar el numerito de la conferencia de prensa del jurado internacional y de la reconcialiación en vivo y en directo (bueno, es parte de la rutina de ellos, recuérdese el casamiento trasmitido por Mega).
Finalmente, se necesita transparencia para reconocer que marzo nos carga y nos "caga" la psiquis, con sus gastos variopintos y que extenúan al máximo nuestras billeteras y cuentas corrientes, el volver a la rutina del trabajo y el colegio, enfrentarse a la ciudad de Santiago, al nuevo escenario de transporte urbano, incluyendo un Metro lleno a tope, en fin, con todo eso que lo hace tan indeseable, bueno, eso para el común de la gente, porque en mi caso, es un mes maravilloso pues está de cumpleaños mi hijito (su primer año), cumplo cinco años de feliz matrimonio, comienza mi estación favorita, el otoño y los once de marzo nos recuerdan la vuelta a la democracia.
Chaíto y nos vemos.

lunes, enero 22, 2007

Volver...

De regreso a la dimensión de la normalidad después de haber estado errando por mundos imposibles (no estoy seguro de haber vuelto plenamente), aunque previa visita al psiquiatra (esperemos que sea debut y despedida), he aquí algunos comentarios a algunas de las "cosiacas" que están sucediendo en la larga y angosta faja de tierra y sus alrededores.

1.- Atrasantiago: El ya famoso plan de transporte público se acerca a pasos agigantados y la verdad todavía no cacho cómo cresta voy a hacerlo para ir a aquellos lugares en los que el Metro no me sirve. El mapita que salió en la prensa es francamente una huevada, por el tamaño y porque no se entiende, las operadoras del call center instalado para contestar dudas tienen tan poca idea que terminan preguntándole a uno, porque si no, no se explica que a la periodista de TVN que se hizo pasar por chilota recién llegada a Santiago, le hayan contestado que mejor le preguntara a la supuesta tía donde vivía que le explicara donde tomar la micro. ¡Sencillamente impresentable!. Y seguimos, la página web no entrega tantas alternativas de viaje, y nos tenemos que mamar a Zamorano diciéndonos: Los primeros días sal más temprano y planifica tu viaje. Saaah...

Lo peor de todo es que el famoso Transantiago ha tenido virtualmente en estado de emergencia a la capital, con calles cortadas, arreglos de "eventos", cambios de señalética (anuncio incluido del Director del SERVIU Metropolitano, Ricardo Trincado, de que hay arreglos como para diez años más) y más encima el ya colapsado ferrocarril subterráneo tendrá que recibir aún más "ganado", por lo que ya se están implementando "semáforos humanos" en estaciones como Los Héroes, en que, si se duplica la cantidad de gente actual, las columnas y filas van a llegar al mismo andén de la Línea 2. Sí, la escena es tragicómica, pero yo me la imagino.

Otro muerto más que las anteriores administraciones le dejaron a Michelle y sus boys, en particular, al ministro Espejo, al cual me imagino con unas cuatrocientas cajas de Armonyl y abundantes remedios contra la cefalea, porque a cada día que pasa le salen con que algo falta, que no van a funcionar los validadores de la tarjeta Bip (otro cuento aparte, porque por primera vez los chilenos no lo están dejando para el último), que no hay micros suficientes, en fin, denle vacaciones a ese pobre tipo y a nosotros una estampita de San Expedito o algún otro para encomendarnos.

2.- El secuestro de Ignacio: La verdad sea dicha, no me quiero referir al hecho mismo del plagio, de por sí condenable, más si se trata de un niño, y además insulino dependiente, sino a la actitud de los abogados defensores de las hermanastras Bastías. Me parece, y hablo como abogado, como cristiano y como ser humano, y en referencia al ejercicio profesional en el área penal, que existen límites a la loable labor de defender a personas, sea desde la posición del acusado como del acusador. El fin, creo, no justifica los medios y en este caso, tampoco dignifica la profesión que se ha elegido.

No se puede, en el afán de conseguir menores penalidades, exculpaciones por la vía de los problemas mentales o del estado de necesidad (inexistente tratándose de esta clase de delitos) o improbables declaraciones judiciales de inocencia, señalar barbaridades como que no se trató de un secuestro (se llevan a un menor por medio de engaños, lo retienen, solicitan rescate por él e incluso lo obtienen) sino de amenazas o impulsar a las defendidas a echarse la culpa unas a otras, o alegar problemas de depresión o de dinero (Isabel Bastías vive en una casa de UF 3000 y es empresaria de radio taxis) para tratar de crear la ilusión de que estamos frente a personas desesperadas y que el secuestro fue realizado sin ningún grado de concierto o preparación previa.

No es mi manera de hacer las cosas. Cuando uno defiende a alguien a veces se debe enfrentar a la realidad que el defendido sólo puede acceder a una rebaja de pena y no a una exculpación total, o que no fue capaz de demostrar plenamente la culpabilidad de una persona, y asumir que no siempre se puede ganar, o que vencer en un litigio muchas veces significa obtener la condena más justa, aunque no sea la querida por uno. No digo con ello que uno no deba trazar estrategias a seguir en un juicio, porque hay que plantearse escenarios posibles, modos de actuar, en fin, coordinar una serie de situaciones, conseguir testigos que puedan favorecer nuestra posición, etc., pero existen extremos a los que no se puede ni debe llegar.

A mi humilde modo de ver, el actuar ético es fundamental en el ejercicio de una profesión, cualquiera sea ésta. Ir con la verdad por delante y con transparencia es el presupuesto mínimo para ejercer dignamente, sin buscar artimañas ni resquicios fatuos, y siempre dando el mejor esfuerzo, sin pretender pasar por encima de los demás y sus derechos, es una exigencia evangélica que debiera guiar a todo aquel que dice identificarse con la fe de Cristo y también a los hombres de buena voluntad.

En fin, espero seguir mañana con otro temita que me tiene en ascuas: el proyecto que busca reponer el aborto terapéutico en Chile.
Chaíto.