viernes, enero 04, 2008

Llora la palabra.

Se ha ido mi amante predilecto, el que siempre me mimó, me abrazó con cariño y siempre me colmó de atenciones, que me respetó sin trepidar, el que me lució en todos los salones de la vida que le tocó vivir, con orgullo indisimulado, con pasión incontrolable, aún cuando yo, promiscua por esencia, voy de boca en boca, de lugar en lugar. Se ha ido para no volver, al sitio donde ya no le podré hallar, al silencio eterno.
No sólo yo quedo sola, también su gran amigo me ha dicho que nada será igual sin él, que ya no habrán más de esas largas veladas en que, cual testigo mudo, nos vería amarnos con ternura, en el preciso instante en que su boca me tocaba, apropiándose de mí, para devolverme al mundo aún más bella, aún más plena, aún más yo. También sufre nuestra fiel Celestina teclada, que, aunque anciana, nunca dejó de ser nuestra cómplice, cuando tus manos, a través de ella, me acariciaban con la suavidad del enamorado.
Se ha ido y ya no le oiré, no le veré, no le podré amar, ¿qué será de mí sin mi Quijote? Me siento huérfana, desprotegida en este mundo en que me siento vapuleada, oprimida, reducida al mínimo. ¿Quién me cuidará como tú lo hacías, como Armand a su Marguerite? ¡Cómo me gustaría irme contigo!, pero eso jamás me lo perdonarías.
Sólo me quedará tu recuerdo, la memoria de tus charlas perfectas y tus anécdotas de cuento, y hoy a ello me aferró. Sé que te colmarán de luces, de homenajes, pues como tú no hay otro en esta tierra, pero me quedó con lo simple, como tú.
Ya no puedo decir nada más, porque las lágrimas ahogan mi voz. Sólo puedo decirte: Gracias, amor, descansa en paz.

jueves, enero 03, 2008

Año nuevo, ¿vida nueva?

¿Se han fijado en la multiplicidad de propósitos de fin de año que cada uno de nosotros realizamos? ¿Cuántos de ellos se cumplen? Por lo general, uno, o ninguno, pero es que nadie puede pretender en medio del cola de mono, el pan de Pascua ( de Navidad, por favor), el vino espumante (empiece a eliminar champaña, champán o champagne de su vocabulario, a menos que tome Dom Perignon, por lo de la denominación de origen) decir que va a cuidar mejor su salud o que va a bajar de peso, amén que el alcohol hace decir leseras. Eso, por un lado.

Después viene la repartija de abrazos con el clásico "que se te cumplan todos tus deseos" o "que el próximo año sea mejor que el que pasó". Llevo más de 29 años en esta tierra y, por ahora, son contadas con los dedos de las manos las veces que algo así ha sucedido, es decir, que el efecto acumulativo de las buenas intenciones contenidas en dichas expresiones no suele venir aparejado de la aparición del genio que los cumpla.

Esta reflexión viene de lo que unánimemente ha sido considerado por la mayor parte de mis amigos, conocidos y familiares (y así se lo he escuchado a los que se dedican al tarot, la astrología y demás, también a los políticos, algunos de ellos claramente "brujos") como "un año de mierda", al menos en las líneas gruesas, pues si entramos a hilar fino, todos hemos tenido buenos momentos, alegrías pasajeras y también perennes, amores nuevos o renovados, etcétera. Pero francamente, sin entrar en lo personal, entre el Transantiago, los 63 asesinatos de mujeres por sus parejas, el alza de la luz, las heladas que mandaron a las nubes las verduras y otras maravillas, el año 2007 se ganó un lugar entre mis años no predilectos. Ni les cuento esto de estar todo un año sin trabajo, el hecho que se hayan reducido drásticamente los ingresos familiares, por ejemplificar. Así que cualquier cosa en este 2008 sólo puede ser mejor, porque si lo del año anterior no fue tocar fondo, no sé que pudo haber sido.

Personalmente, creo que lo mejor es proponerse ser un poco más feliz, sonreír más y enojarme menos, por supuesto, ojalá encontrar trabajo, pero por sobre todo, querer más a las buenas personas que ya tengo a mi lado, alegrarme de las cosas buenas que me han sucedido ya en la vida y no ambicionar nada, pero sí soñarlo todo, que algo de ello se hará realidad.

Chaíto.

viernes, diciembre 21, 2007

Ocio.

Sabido es que uno de los bienes más preciados en esta época de globalización, "surmenage" y consumismo en que nos vemos sumergidos es el tiempo libre. Un bien tan escaso para la mayoría de las personas, que, a fuer de necesitar cubrir sus necesidades económicas (básicas y de las otras), se embarcan en extensas y agotadoras jornadas laborales, con el factor agregado de que ese trabajo se encuentra, la más de las veces y especialmente para la gente con trabajos de menor remuneración, a no menos de una hora de casa, a lo cual si usted le suma el factor "Transantiago", transforma al dichoso tiempo libre en casi una quimera (se levantan a las 5:30 de la mañana para llegar no antes de las 09:00 de la noche).

Todo esto ha acarreado múltiples formas de búsqueda de optimización de estos escasos pero indispensables momentos de ocio, diversión y, por sobre todo, de compartir con la familia o los más cercanos. Así, surgen las "querídisimas" autopistas urbanas concesionadas, bajo la promesa de reducir los tiempos de viaje y ganarlo para uno mismo. También, si lo piensa bien, se puede encontrar en ello el caso de algunos malls que prácticamente se han convertido en una suerte de "pequeñas ciudades" donde hay de todo y se puede hacer de todo (desde comprar un pantalón a sacar el certificado de nacimiento), faltando bien poco para que sean el "ágora" moderna, con lo cual se reducen los desplazamientos, y se encuentran cines, salas de conciertos, espectáculos al aire libre, restaurantes, etcétera, resolviendo el problema de acceder al ocio y al esparcimiento, concentrándolo todo en un mismo lugar, junto con un montón de preocupaciones cotidianas a resolver.

Hasta ahí, puede considerarse que mucho de esto es positivo, más allá del hecho lógico del incentivo al consumismo en este último caso o el excesivo gasto que puede generarse para una familia por el uso del TAG, pero aparentemente hay compensaciones en lo referido a la recuperación de tiempo para uno mismo y los suyos.

Esta preocupación por el ocio se ha traspasado incluso a la cocina. Hace mucho existen los purés instántaneos, las sopas de sobre, los caldos en cubo, los jugos en polvo y otras soluciones que tienden a facilitar la vida, tanto por tiempo como para aquellos que no tienen dotes culinarias y son capaces de quemar el agua cuando la hierven. No vamos a negar que igual alivia la pega que algunas cosas estén precocidas o listas para servir, o sólo se demoren diez minutos en vez de los treinta que uno invertiría en prepararlas desde el principio, particularmente cuando se está atrasado.

Pero francamente me parece (y para ello todo este discurso previo sobre el ocio, aunque ustedes no lo crean y les parezca ridículo o una joda, lo cual me tiene sin cuidado) que haber llegado a hacer un sofrito preparado, con la excusa de no dejarse las manos con olor, es el colmo. No todos sofreímos igual, con el mismo aceite, o sólo con ajo y cebolla, algunos agregamos especias en ese instante de la preparación para darle un toque personal, en fin... Ahora sucede que nos quieren regalar un sabor prefabricado e impersonal para evitarnos la molestia de un olor desagradable, con un comercial que se ríe de los secretos de nuestras abuelas y madres para sacarnos diversos olores propios del arte culinario. A mí, personalmente me parece el colmo.

Al margen; consejo práctico para eliminar el olor a ajo y cebolla: lavarse las manos y el cuchillo que se usó con agua fría corriente, nunca con agua caliente que se impregnan más los olores.

Que les vaya bien.




Un retorno demasiado dilatado

Tengo una deuda pendiente
y he decidido pagarla,
porque de tanto escarbarla,
la rabia se me ha enquistado,
como lapa se ha pegado
a mis quereres y ánimos,
absorbiéndome las ganas,
llevándose las ideas,
que aunque bonitas o feas,
necesito echar afuera,
por eso regreso hoy día
como si de muerte volviera
a contarles de la vida
o de lo que ustedes quieran.

miércoles, septiembre 05, 2007

Por tratar de hacer mucho, muchas veces no se hace nada...


Amigos todos:

Lamento no haber vuelto a escribir durante el pasado mes de agosto. Siendo honesto, intenciones y temas no me faltaban, pero por razones personales y por el error de pretender abarcar, aprovechando el mes de la solidaridad, las múltiples aristas surgidas al respecto desde julio en adelante, desde la huelga de los subcontratistas de Codelco, pasando por la discusión sobre el salario ético (prefiero el término salario justo, no sólo por cuestiones semánticas), el fraude de la Corporación Niño Agredido, la comisión de Justicia Social, culminando con el paro del 29 de agosto, me quedé sin hacer nada. La moraleja de la historia es bien simple: "Quien mucho abarca, poco aprieta". Me guste o no, a veces más vale ser menos ambicioso y echarle pa' delante en el momento mismo en que lleguen las ideas.

De todas maneras, para ustedes, y a modo de material de reflexión, análisis, conocimiento y tema de discusión, el texto íntegro de la Declaración del Cómite Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile en relación con el tema de la Justicia Social. Chaíto.


" Sin Justicia Social no hay Democracia Integral


  1. En este Mes de la Solidaridad los chilenos hemos sido testigos de un debate nacional sobre la equidad. Nos urge enfrentar como sociedad este apremiante tema de fondo.


  1. En el reciente conflicto en Codelco, fue posible alcanzar acuerdos mediante el contacto directo entre las partes involucradas, pese a la complejidad del tema y a los obstáculos existentes. Estos acuerdos se lograron gracias a la ayuda que prestó el Obispo de Rancagua, con su disponibilidad permanente para facilitar el diálogo.


  1. Como consecuencia de ese hecho y de las demandas crecientes de organizaciones de trabajadores, diversos sectores del país han acogido positivamente el llamado que ha hecho el Presidente de la Conferencia Episcopal a asumir la deuda pendiente, en cuanto a una mejor distribución de la riqueza, y la compensación ética y digna del trabajo humano.


  1. Interpelados por el Evangelio, por la doctrina social de la Iglesia y por el testimonio de nuestros santos y mártires, abordamos estas materias desde la misión de pastores que nos ha sido confiada. Lo hacemos porque a la conciencia cristiana de Chile no le puede resultar indiferente el sufrimiento de tantos hombres y mujeres -trabajadores, jubilados, pensionados y montepiados-, que no logran vivir con dignidad si no acceden a un ingreso que permita a una familia satisfacer sus necesidades básicas acordes con la naturaleza de quienes son hijos de Dios.


  1. Creemos que las decisiones económicas y las políticas públicas deben estar siempre motivadas por el bien de las personas, considerando de un modo privilegiado a los más vulnerables, a los más pobres. No podemos resignarnos a aceptar la inequidad y la injusticia social como datos de la realidad. No podemos separar la ética de la vida ni de la economía.


  1. Es por ello que consideramos imprescindible lograr acuerdos consensuados entre el gobierno y la oposición en favor de la equidad, de modo que las políticas públicas y los emprendimientos del sector privado promuevan la creación de empleo, especialmente en los sectores más necesitados, e impulsen la productividad. También es necesario llegar a un acuerdo nacional que dé a la educación de calidad la prioridad que se merece. Sin estas medidas en el orden laboral y educacional no lograremos reducir substancialmente las brechas de ingreso que existen en nuestra sociedad.


  1. Agradecemos sinceramente a todas las personas e instituciones que han acogido nuestro llamado a promover la justicia y la equidad con buena disposición y búsqueda de propuestas. Ante la proximidad del Bicentenario, no quisiéramos que esta voluntad quedara archivada como una más entre las buenas intenciones. Por eso, sentimos nuestro deber, como Obispos de la Iglesia Católica, perseverar en nuestro empeño de invitar a la sociedad a dar nuevos pasos en este camino.


  1. Hacemos un llamado al diálogo nacional que incluya todas las miradas que busquen el progreso de nuestro país y de las familias más pobres, para acercar posiciones y lograr acuerdos entre los actores con mayor responsabilidad por el bien común, y de esta manera, puedan impulsar las medidas que conduzcan a una patria con mayor justicia social. De nuestra parte, siempre estaremos dispuestos a motivar dicho diálogo y a facilitarlo. Invitamos a comprometerse en él a los católicos y a las personas de buena voluntad que sirven en el mundo laboral, político, académico, científico y comunicacional.


  1. Tal como expresábamos en nuestra declaración del 18 de julio pasado, necesitamos “escucharnos y abrirnos a buscar soluciones que integren los distintos puntos de vista, para resolver los dramáticos problemas de pobreza y trabajo precario”. Creemos en el diálogo y por eso hacemos este llamado. Nuestra Iglesia está dispuesta a colaborar en él, cumpliendo así el encargo que recibió de Jesucristo y por el cual nos juzgará un día. (cfr. Mt 25, 31ss).


  1. Sin justicia social no puede existir democracia integral”, nos decía san Alberto Hurtado, cuya fiesta recordamos este 18 de agosto, Día de la Solidaridad. Que su testimonio inspire el diálogo y que éste produzca abundante fruto. Todo ello se lo encomendamos a la protección de María Reina, Madre de Jesús, cuyo reino no tendrá fin.



EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE



Alejandro Goic Karmelic Gonzalo Duarte García de Cortázar

Obispo de Rancagua Obispo de Valparaíso

Presidente Vicepresidente


Francisco Javier Errázuriz Ossa Ricardo Ezzati Andrello

Cardenal Arzobispo de Santiago Arzobispo de Concepción



Cristián Contreras Villarroel

Obispo Auxiliar de Santiago

Secretario General


Santiago de Chile, 22 de agosto de 2007."

miércoles, agosto 01, 2007

Algunas notas sobre el femicidio.

Transcribo para ustedes un artículo mío que se va a publicar en "La Semana Jurídica" de Editorial Lexis Nexis, a instancias de mi comadre Mallén:

La cifra de más de 30 mujeres asesinadas en nuestro país por sus parejas o ex parejas sólo durante lo que va corrido de este año 2007, y en particular la crudeza de los últimos casos informados por la prensa, constituye un hecho que abruma y avergüenza a Chile, y motiva a que la sociedad toda se cuestione tanto por los orígenes como por las soluciones en materia de violencia intrafamiliar, en particular contra las mujeres, y que tienen como fatal corolario el femicidio o feminicidio, con un denominador común, sacado del título de un filme: “La maté porque era mía”.

Para contextualizar, cabe indicar un concepto amplio de femicidio (no restringido a las parejas actuales o anteriores), definiéndolo como todo homicidio de una mujer (recuérdese la cruda realidad de Guatemala y de Ciudad Juárez, en que no media necesariamente relación de pareja alguna entre victimario y víctima, pero sí una violencia inusitada contra la mujer), a manos de sus esposos, amantes, padres, novios, pretendientes, conocidos o desconocidos, definido como una forma de pena capital que cumple la función de controlar a las mujeres como género.

No parece malo que se pretenda hacer modificaciones legales que tiendan a mejorar la protección de los derechos de las mujeres frente a sus posibles agresores, especialmente tratándose de individuos tan próximos a su entorno. A este respecto, estimo que las modificaciones legales debiesen encaminarse más que al establecimiento de una figura legal independiente del homicidio, hacia la incorporación de circunstancias agravantes o calificantes en los delitos contra la vida y la integridad física de las personas (homicidio, lesiones), normados en el Título VIII del Libro II del Código Penal, que incluyan a las parejas o ex parejas no convivientes, como pololos o novios (ya el parricidio incluye a los cónyuges y convivientes, actuales o pasados) y a la consideración para constituir la agravante de reincidencia contemplada en el artículo 12, circunstancia 16ª, de todas las situaciones de maltrato intrafamiliar, tanto psíquico como físico, sean constitutivas de delitos o de faltas, con la finalidad de englobar un fenómeno social que no es parcelado, sino que está integrado por una serie de hechos que pueden partir simplemente de una escena de celos desproporcionada en el pololeo hasta llegar a una muerte.

Lo verdaderamente cuestionable en el análisis es que, desafortunadamente, el punto de mira recae principalmente, como sucede con demasiada frecuencia en un país legalista hasta el absurdo como el nuestro, en la necesidad de modificar y/o agregar delitos al catálogo presente principalmente en el Código Penal, ante la creencia tan arraigada en nuestra sociedad, y por desgracia en el grueso de la clase política, de que las leyes pueden modificar positivamente las conductas de las personas y, particularmente, que el aumento de penas o el establecimiento de nuevas figuras delictivas puede producir una inhibición de los comportamientos criminales, lo que diversos estudios criminológicos han demostrado no es cierto. La preocupación actual es si se debe legislar o no, y en que forma, olvidándose que, más allá de la forma jurídica que pueda tener el castigo al femicida, particularmente en los casos de vínculos sentimentales, el mayor recurso contra la violencia contra la mujer y su consecuencia mayor, su muerte, es la modificación de modelos de conducta enraizados en nuestra gente, sexistas y machistas, que “cosifican” al género femenino, convirtiéndolo en sujeto de propiedad del varón en cuestión, lo cual se consigue con introducir, por ejemplo, cambios en el nivel de educación preescolar, para que, al menos, las nuevas generaciones no vengan condicionadas por las conductas tan nefastas arriba indicadas.

Por supuesto que es un avance el aumento de denuncias de violencia intrafamiliar, que da cuenta de una pérdida del miedo al agresor, y que se haya establecido el delito de maltrato habitual; sin embargo, es necesario que no se vuelvan a escuchar comentarios tales como el que recordaba en estos días la senadora Soledad Alvear, quien como ministra del SERNAM debió escuchar a un parlamentario que decía que las viviendas debían tener paredes más gruesas para que no se oyese en las del lado cuando el marido le pegara a la esposa o defensores públicos argumentando a favor de sus defendidos que todo es producto de que los hombres trabajan mucho, el niño da problemas, llegan cansados y la señora “comadrea” con la vecina, como se indica a modo de ejemplo en un estudio de la Defensoría Penal Pública, dado a conocer en estos días.

Me parece que la clave es comprender que, la más de las veces, son la sanción social y la solidaridad humana los factores disuasivos más poderoso contra el que agrede. Sólo cuando como sociedad aprendamos a que hombres y mujeres tenemos igual naturaleza y dignidad, que nada justifica los comportamientos violentos, que éstos deben ser castigados en la medida que la situación lo haga necesario y que nunca se deben cerrar los oídos y los ojos, sino que es un imperativo moral denunciar lo que ocurre a nuestro alrededor, sin vivir esperando que sea la autoridad o las modificaciones legales las que hagan todo el trabajo, habremos dado pasos gigantescos hacia la disminución y quizá la futura erradicación de la violencia intrafamiliar, sin que tengamos que volver a escuchar casos como los de los últimos días.

lunes, julio 30, 2007

Entrevista virtual

Me entrevistó mi comadre Mallenchu, que es una periodista de verdad y no sólo de vocación. Tratando de ser lo más sincero posible, ahí van mis respuestas.

1. Relata el día más feliz de tu vida.

Yo creo que hay varios: el día que nació el Ignacio, a pesar de todo lo que corrimos, porque fue parto por cesárea de urgencia, pues en la ecografía de control que se tomó la "chica" en la mañana el doctor se percató que el niño no estaba creciendo y nos mandó a hablar con el ginecólogo porque había que operar ese día. El mejor minuto fue cuando el Nachito ya había nacido y lo habíamos conocido, y se lo llevaron llorando para el examen del neonatólogo, pues al escuchar mi voz se calmó y se portó como un caballerito. Luego me tocó ir a dejarlo a Neonatología de la clínica. Impagable.
Otro día feliz fue el 18 de octubre de 2000, en que me puse a pololear con la Claudia,porque llegué con una rosa a la Vicaría, que había comprado temprano (me gané suspiros de ternura de unas escolares cuando me vieron con la dichosa flor), todas mis amigas en la Vica me molestaron con que era para ellas, y luego se la entregué, junto a un poema, y me dijo que sí, y todavía no se arrepiente (y yo tampoco).
Finalmente, el día que por primera vez hicimos el amor (no contaré más, porque no me incumbe sólo a mí), sobre todo porque era la primera vez de ambos y el inicio de un hermoso camino de descubrimiento que hemos hecho juntos.

2. ¿Cuál es tu bebida favorita, y por qué?

Acogiendo el concepto restringido, la bebida gaseosa que más me gusta es la Sprite Zero, junto a la Quatro, siempre que sea helada, y antes la Limón Soda, creo que porque me gustan esos sabores más bien alimonados y cítricos, lo que nos lleva a que me gusten como tragos el Tequila Margarita, la Caipirinha o el Pisco Sour, pero en alcohol prefiero un buen Merlot o un Rose, o para algo más íntimo champagne (sí, es afrodísiaco).

3. Si pudieras hacerle tres preguntas a Dios (con respuesta cierta de vuelta)... ¿Qué le preguntarías?

¿Cómo se puede amar a personajes como Hitler, Franco, Pinochet o Stalin, por ejemplificar?
¿Qué tan terrible fue lo que vio la mujer de Lot como para convertirla en estatua de sal? ¿Algún secreto de fe?
¿Podrías enseñarme mil maneras de dar la vida por los amigos?

4. ¿Le temes a algo? Si es así... ¿A qué?

Al fracaso, me persigue, me acosa, desde lo más simple a lo más complejo. Ya conté el rollo de la bicicleta en el blog, pero me impedía hablar con las niñas que me gustaban o para sacarlas a bailar en una fiesta, por si me decían que no. Ligado con lo mismo, miedo a no cumplir con las expectativas. Mucho más antes que ahora parecía permanentemente en competencia contra alguien, generalmente yo mismo. Era tan patético y notorio mi nivel de autoexigencia (y también el que sin querer me impusieron mis papás) que mis compañeros de curso sabían si me había ido bien en una prueba por la cara con la que me devolvía a mi asiento después de retirar mi nota desde el pupitre del profesor.

5. ¿Cómo crees que será el Andrés de 70 años? ¿Dónde y cómo lo ves?

Si la historia es cíclica y siguiendo lo que fue mi abuelo a esa edad y cómo mi papá va para donde mismo, me debiera imaginar como un viejo canoso, pelado y enojón, sentado en un sillón viendo tele y parándose para ir al baño, para comer, para dormir, para dar un paseo por el puerto en San Antonio o para ir al cuarto de las herramientas, lugar de refugio personal. Como la historia se puede corregir, pues no creo en el eterno retorno postulado por los griegos, cambio el televisor por un libro y una chimenea, el cuarto por una biblioteca y musicoteca amplísima, y los paseos por viajar por donde quiera, abrazado con mi mujer y ojalá de la mano de alguno de mis nietos. Lo pelado y enojón, no hay milagros para eso.

sábado, julio 28, 2007

Cadena de (entre, para) bloggers

Mi comadre me invitó a participar en un juego/cadena entre bloggers.El nombre del asuntillo éste es “me-me” (“mi-mi”, o sea “yo-yo”. Ideal para ególatras).

Las reglas son las siguientes: cada jugador cuenta 8 cosas sobre sí mismo; antes de exponer tus ocho tópicos, debes incluir las normas básicas del jueguito en el mismo blog para que el resto no se pierda; y debes invitar a otras ocho personas a seguir con esta dinámica. Ojo, que no hay que olvidar el postear en los blogs de los ocho elegidos avisando que han sido seleccionadas para este juego. Salvedad: en mi caso no tengo ocho bloggers, pero igual no más.

Ahí van mis ocho:

La bicicleta: Uno de los rasgos más acentuados de mi personalidad es una bajísima tolerancia a la frustración, sumada a una autoexigencia un poco enfermiza, extrapolada a los más diversos e insulsos tópicos de la vida. El episodio paradigmático de esta tan poco sana costumbre ocurre aproximadamente cuando tenía 6 o 7 años. Como es habitual a esa edad, yo tenía una bicicleta que me habían regalado en Navidad, en medio de un aparataje complejo, para que no me diera cuenta del dichoso regalito (dato Rossa: era de marca Lahsen. ¿Se acuerdan del pololo con cara de pavo que tenía la Bolocco cuando la eligieron Miss Universo?). Como es lógico, aprendí con las ruedas traseras puestas, acompañado por mi papá, que se daba el tiempo para pasear conmigo y darme instrucciones, amén de vigilarme (tengo un papá un poquito aprensivo, afortunadamente no tengo hermana). Todo bien, andaba fantástico, rápido, usaba bien los frenos, era capaz de andar en la bicicleta levantándome del sillín, etcétera. Pero... un día cualquiera, mi padre estimó suficiente el período de aprendizaje y decidió hacerme practicar sin las rueditas salvadoras. Resultado: no me equilibré nunca en toda esa tarde, me caí varias veces, mi papá se aburrió y se enojó conmigo, y desde ese momento, NUNCA más me subí a una bicicleta, y puedo decir que no sé andar en ella.

Una inocente escondida: Imagínense la siguiente situación: niño de tres años desaparecido después de haber salido a jugar con los vecinitos de la casa de enfrente. Siga imaginando a todos los vecinos movilizados, una madre, abuelos, tíos y demás parientes poniéndose histéricos, elucubrando las más descabelladas teorías sobre cómo se perdió el niño y dónde se pudo haber metido, como para haberse esfumado de la casa de enfrente sin que nadie se percatara. Después de varias horas sin rastros y registrando la citada casa, aparece el pequeñín, o sea yo, ...durmiendo profundamente detrás de un armario, donde se había metido jugando a las escondidas.¡Plop!

Declaración de principios: Miércoles 11 de octubre de 2000, pasadas las 11 de la noche. Después de poco más de un mes de una amistad crecientemente "amistosa" y unos pocos más de compartir en el equipo de Liturgia de la Vicaría de Pastoral Universitaria (en adelante VPU), le daba el primer beso a mi actual señora, mientras la acompañaba a tomar locomoción a su casa, desde el centro a La Florida, luego de haber visitado a unos amigos y haber dilucidado la incógnita respecto a si era yo u otro amigo el dueño de sus afectos (guardaremos su nombre, pues algunos de mis lectores lo conocen y bastante), e instantes después que este mismo personaje tomase sólo Dios sabe qué micro, cuando captó que comenzaba a "estorbar". Se imaginarán un minuto romántico, un abrazo y una conversación amorosa, en fin. Pues, no. El lindo se mandó flor de declaración, siendo una de las primeras, sino la primera oración, algo como "Quiero advertirte que soy muy celoso", derivado esto de que yo sabía que eventualmente había otra persona por ahí, muy cercana a mi Claudia. Sencillamente... idiota. Creo que dije algunas otras linduras acerca de mí mismo. Aún hoy nos da risa.

Mi camita: Cuando era chico, aproxiamdamente hasta los cuatro años, vivía en la casa de mi Mamita Julia (mi abuela materna), en una parte del terreno en que mi papá, con ayuda de mi tío Julio, había edificado un dormitorio, un living comedor y una cocina, que fue mi primer hogar. Allí pasé prontamente de la cuna a una cama de plaza y media, muy parecida a la de mis papás, durmiendo en la misma pieza. Esa cama es parte de toda mi vida, en ella dormí, en cada casa que viví, hasta que me vine a Santiago a la universidad, usándola sólo los fines de semana, y cuando me casé, me la traje y hasta el día de hoy es la cama de visitas y la que yo uso ante ciertas eventualidades. Lamentablemente, por asuntos de espacio en el vehículo en que la traje, tuve que intercambiar el somier con otra de las camas de la casa de mis papás. Ése es el mismo tálamo al que, por allá por 1986, le rayé con lápiz mina "Gol de Maradona", con horror para mi madre; el mismo en que lloré por desilusiones amorosas o derrotas de mi equipo de fútbol; el mismo que servía de trinchera para "jugar" con mi hermano, etc. Espero heredársela a mi hijo.

Quien canta su mal espanta: Mi vicio, mi catarsis, mi hobby, mi manera más propia de comunicarme con Dios. Todo eso y varias cosas más significa el cantar y la música en general, y afortunadamente, según me han contado y me he ido convenciendo, lo hago bien. Hasta mis estados de ánimo pueden graficarse con el hecho de si tengo o no ganas de cantar, o el tema que ando tatareando. Lo único malo es que no toco guitarra, por lo que siempre necesito de un partner que colabore y que se acople a mis gustos, lo que no es tan fácil.
La verdad no tengo idea cuando empecé con esto, pero parece que partí con "El rey" de Pedro Vargas en el patio de la casa de mis abuelos maternos. Ya más grande y como todo cantante que se precie de tal, tuve de escenario el baño de mi casa, y hasta mis vecinos me escuchaban, al punto de que mi vecina del lado le dijo a mi mamá con mucha simpatía que sabía pefectamente cuando yo estaba en el baño. Me he sorprendido (y creo que por desgracia cada vez menos) cantando mientras voy por la calle; de hecho, otra señora del barrio se reía mucho por el hecho de escucharme ir por la calle prácticamente a voz en cuello entonando lo que se me viniera a la cabeza. Así he seguido, cantando por mi curso en el colegio, en coros de parroquia, en la VPU, con amigos en pseudo grupos musicales, en múltiples reuniones sociales (café concerts, metrimonios de amigos, fondas, etc.), y por Dios que me ha hecho feliz. Ahora que no estoy en coro, la verdad es que me lo hecho en falta, porque el solo escuchar música se me ha hecho insuficiente, pero confío en que volveré por mis fueros.

La vocación: He sido cercano a la Iglesia Católica desde muy niño, acompañando a mi madre, a mis abuelitas y a mi abuelo materno a misa, al Mes de María, a las festividades de Semana Santa (incluso la Adoración de la Cruz y la Vigilia Pascual). Estudié en el Instituto del Puerto de San Antonio, a cargo de la Congregación de Hermanos del Sagrado Corazón, donde participé durante muchos años en distintas actividades pastorales, siendo el casi sempiterno delegado de Pastoral de mi curso. Hice misiones urbanas, realicé mi confirmación, iniciara mi participación en coros y que durante algún tiempo haya pasado más tiempo en la parroquia o en situaciones y lugares vinculados a ella más que en mi casa o en el colegio. Después seguí en la Residencia Universitaria Cardenal Caro y en la VPU. Supongo que todo eso explica que tres veces entre los 16 y los 21 años me hayan preguntado si tenía alguna vocación religiosa distintos curas o laicos consagrados y que mi propio padre haya creído que yo no me iba a casar, sino que iba a ser sacerdote, como se lo contó a mis suegros ¡el día en que conversaron acerca de nuestro matrimonio! (cosa que yo no sabía). Bueno, como se darán cuenta, aquí estoy con un hijo, felizmente casado, y tratando de ser buen cristiano, desde la vocación que me tocaba realmente.

El fútbol, bendito fútbol: Éste es mi otro gran vicio. Aclaro que no soy de ir al estadio, por plata y por las barras bravas; de hecho, puedo decir que el Nacional lo conocí yendo a un recital de homenaje al Che Guevara antes de ver un partido y que a Santa Laura sólo he acudido dos veces (tengo suerte, la primera vez la Unión subió a primera y la segunda, fue el primer partido de la final con Coquimbo el 2005). Alguien dirá, con justa razón, que no tiene gracia alguna que a un hombre latinoamericano se apasione con la pelotita, que es casi genético, pero esto es más profundo. Soy hincha de Unión Española, que la última vez que había salido campeón con anterioridad al Apertura 2005 fue en 1977 (yo no había nacido) y además chileno/español (los desafío a encontrar países más frustrados futbolisticamente hablando), pero a mí me gusta el fútbol, venga de donde venga. He gastado cuadernos completos, hojas sueltas varias, diskettes y ahora espacio en el disco duro, amén de diarios, posters, revistas, albúmes (sin completar ni uno), acumulando formaciones y estadísticas de fútbol (también lo hago con otros deportes. A modo de ilustración, tengo las formaciones de todos los equipos de todos los Mundiales adultos y he visto la mayor parte de los partidos de estos certámenes desde 1986 en adelante.
Pero lo que grafica más mi fanatismo (afortunadamente no tengo cable, sería una locura) fue un día por ahí por 1992 o 1993 que vi en la mañana la final escolar de un campeonato de futsal auspiciado por Bilz y Pap, seguí con fútbol español y para rematar el partido final de la liguilla por el ascenso a Segunda División, es decir Tercera División, casi en rotativo, y quizá un partido del campeonato nacional un poco más tarde. Mujeres, odienme.

Pudor: Es sabido que hay mucha gente que le carga ir al baño en otros lugares que no sea su casa, ni siquiera el colegio o las casas de los parientes, en casos más extremos. Yo por ejemplo casi no podía defecar en el colegio.
En mi situación particular, el problema es otro, atenuado con el paso de los años, es producto del pudor (o vergüenza si se prefiere), sumada a la estúpida creencia que la vejiga es un depósito sin fondo y a la confianza ciega en que voy a llegar a un baño seguro. Ya se habrán dado cuenta: me carga orinar en la calle. Cuando uno es adulto esto no provoca mayores inconvenientes, salvo el dolor, el posible riesgo de una infección (cistitis)o el llegar corriendo desesperado al W.C. más próximo, porque la continencia vesical ya está más o menos dominada, pero a los 9 años simplemente no. Al respecto una vergonzosa experiencia:
Una vez llegué corriendo a casa con deseos incontenibles de orinar, pero no alcancé. Tragicómicamente dejaba un rastro en el pasillo que conducía al baño de mi casa. Cuando arribé por fin al bendito retrete, ya no quedaba nada, todo estaba en el suelo, mis piernas y mis pantalones.
Esto casi me ocurrió de nuevo hace unos tres años atrás, pero justificado porque estaba haciendo mi práctica y el único baño era el público que tenía la Municipalidad de San Antonio, que había que pagar para usar y cerraba a las dos, o sea, si te daban ganas después cooperabas, porque en la Corporación de Asistencia Judicial no había W.C., así que un día iba saliendo como a las cuatro de la tarde y tuve que correr a la casa de mis papás, y por suerte no hubo desastre. Pero se me pasó esta tranca y si la angustia es mucha un árbol oculto, una muralla amiga o un sitio baldío son prácticos pa' darse un lujo, como diría el Profesor Rossa.

Mis elegidos, aunque no son ocho, son:
todonosecompra.blogspot.com
colmanletras.blogspot.com

Suerte y ojalá hagan un post al respecto.