miércoles, julio 12, 2006

El insulto y algo más

Se ha hablado y escrito largo y tendido sobre la actitud antideportiva de Zidane en la final del Mundial, sobre si merecía el Balón de Oro como Mejor jugador y sobre qué le dijo Materazzi para "calentarlo" tanto, que me pareció necesario hacer hincapié en algunos detallitos no menores para entender la cuestión.
La verdad sea dicha, como lo graficó algún diario por ahí en su sección deportiva, no fue aquella la primera vez que Zidane se salió de sus casillas en una cancha de fútbol, lo que nos lleva a pensar que el tipo es corto de genio, por lo bajo. Segundo, parece que todos los que opinan tienen sangre de horchata, porque rasgan vestiduras frente a la reacción, artera, violenta e irracional, del francés, pero no se ponen en su lugar. ¿O acaso si se refiriesen de cualquiera de los modos que se ha especulado a sus seres queridos no replicarían al menos con un empujón o un insulto de igual o mayor calibre, más aún si se trata de la final de un Mundial y del último partido oficial de tu vida, en que se está con la adrenalina altísima y con la cabeza caliente? No, estas personas probablemente contendrían sus ganas y flemáticamente le contestarían al agresor verbal de turno: "A palabras necias, oídos sordos", jajaja. Seguramente, ésa no sería su reacción, aunque debo reconocer que hay gente juiciosa y de ánimo templado que quizá se enfurecería, pero contendría la exteriorización de su ira, para no provocar un lío más grande, cosa que no hizo Materazzi, por cuanto el cabezazo fue en el pecho y él se revolcaba en el suelo y se cubría el rostro, simulando una mayor agresión que la realmente acaecida.
Por otra parte, creo que Carcuro ya se está haciendo acreedor de una funa, porque no se puede ser tan patriotero y sesgado. Decir que Cannavaro es el mejor jugador del Mundial y que la acción de Zidane ameritaba quitarle el galardón es una soberana estupidez, porque si de juego limpio se trata, baste recordar que el señor Fabio Cannavaro nos deleitó hace poco con unas bellas imágenes del "tratamiento" a que se sometía para mejorar su condición física o que el señor Maradona, que también afirma la misma especie, junto con Pelé (todas bellas personas sin tejado de vidrio), fue elegido Mejor Jugador del Mundial de México 1986 (merecidamente) y nadie dijo que había que quitarle el premio por engañar al mundo haciendo un gol con la mano.
En fin, basta de hipocresía y de mirar la paja en el ojo ajeno, antes que ver la viga en el propio.
Chaíto.

No hay comentarios.: