jueves, agosto 03, 2006

El puente ya se cayó, se cayó, se cayó...

Lo primero es decirles que esta semana ha sido bien dura en diversos sentidos, de allí que se haya retrasado tanto esta entrega, pero no siempre se tiene el tiempo que uno quiere.

Yendo a lo concreto, arduo debate por el tema del puente sobre el canal de Chacao. Válidos los argumentos por lado y lado, pero en resumen, la Presidenta decidió poner los puntos sobre las íes (curioso, se supone que no tiene carácter) y darle el corte definitivo, aunque no a la cinta inaugural, a una situación dilatada hace demasiado tiempo. Nadie puede discutir las buenas intenciones ni la necesaria conectividad para la isla mágica, pero desafortundamente el ya mítico puente tomó un tinte populista, transformándose en el caballito de batalla de los alcaldes de Chiloé y de parlamentarios de la zona (por avatares del destino, casi todos DC). El ministro Bitrán decidió sincerar las cosas y aclarar que el famoso "no puente" iba a costar más de un 50 % de lo proyectado y que el peaje en unos cuantos años iba a llegar a costar $22.000 la pasada. Mucho, me parece.

No obstante todo lo anterior, creo que lo medular es que nuevamente se hacen patentes las deudas que este país tiene con los que hacen patria en zonas de difícil acceso o extremas. Ahí están los ayseninos que tienen que darse el paseo por Argentina para llegar a otras zonas del país, los que tienen que tener a sus hijos en Esquel, Argentina, los niños de Juan Fernández que tienen ir a estudiar a Valparaíso o nuestros compatriotas que aún esperan que les levanten sus iglesias después del terremoto del norte.
Chiloé no merece un puente, merece que se dignifique la calidad de vida de sus habitantes, que los caminos interiores sean adecuados y transitables en toda época del año, que los niños tengan buenas posibilidades educativas que no los obliguen a emigrar forzosamente al continente, un hospital con especialidades básicas como cirugía, medicina interna, pediatría y traumatología, en que solo sea necesario derivar a Puerto Montt las situaciones de alta complejidad, y, por sobre todo, que se les integre como chilenos, sin que se pierda el mágico "imago mundi" que hace tan atractivo, tan particular y tan maravilloso al archipiélago más allá del Chacao.

1 comentario:

Bab y Pablo dijo...

¿En qué estaban pensando los técnicos del gobierno anterior cuando proyectaron una demanda ostensiblemente menor en la utilización del puente?. Creo hasta razonable una diferencia de 50 millones de dólares, pero 300!!!! de qué estamos hablando.
Yo admiro mucho a Ricardo Lagos, pero creo que en hartas materias nos metió el dedo en la boca.
Pasando a otro punto, desde cuando la derecha está tan amiga del gasto fiscal exigiendo que el Estado cubra lo que falta para solventar la construcción del viaducto. Por más que quieran no pueden sacarse lo populista y asistencialista.
Anexo: apoyo plenemente la decisión de Álvaro Escobar de renunciar al PPD, entre otras razones, por la ausencia de debate en el Congreso y la actitud de la Concertación frente al cambio del sistema binominal. Los partidos de Gobierno demuestran una fuerte obsesión por el poder, en vez de pensar en el país están con calculadora en mano si se les amplía o reduce el distrito, y ahora parecen acoger la propuesta de Piñera, de los benditos senadores nacionales, realmente son una mierda. Creo que las próximas elecciones votaré nulo.