Sí señores, los astrónomos del mundo (IAU) han decidido que Plutón (nombre romano para el Dios que gobernaba los infiernos), el pobre y pequeño Plutón, ya no es planeta, dejando obsoletas memorizaciones de cuarto básico, libros y libros de ciencias naturales y astronomía y una serie de observaciones científicas y astrológicas, basadas en los nueve planetas del Sistema Solar, que ahora son ocho. Además, se creó la categoría de pequeños planetas o planetas plutones, donde se incluye al degradado, junto a Ceres, Charon y otros ¿Se imaginan que por convención se decidiese que el uno ya no se llama uno, que el rojo no es un color y qué sé yo cuánta cosa más?
Cierto es que esto no es más que concretar una idea que siempre rondó en el campo de la ciencia de las estrellas, por lo errático y pequeño de este ex - planeta, cuya órbita no era elíptica y poseía un tamaño incluso más pequeño que el de algunas lunas y no menos cierto que, en términos prácticos, no va a afectar mayormente nuestras vidas, pero cuesta asumir que, a veces, las verdades que se consideraban inmutables no son tales, y que hay que estar dispuestos a que, sobre todo en el campo de las ciencias naturales, los avances tecnólogicos pueden revelar errores graves que hay que enmendar, aunque las decisiones sean dolorosas (sí, soy un viudo de Plutón).
Y, hablando de tecnología, la última maravilla de la criminalidad, el "alunizaje". La tracción mecánica puesta al servicio del robo con fuerza (no creo que los que inventaron el Four Wheel Drive hayan tenido en mente usos de tal calaña), aunque seamos claros, salvo el caso del Mall Plaza Oeste, respecto de las vitrinas de Providencia, Las Condes y Vitacura, tan lindas, pero tan expuestas, tan chic, pero tan a merced del primer "combo" o 4x4 que se cruce por allí, sólo queda decir que era cuestión de tiempo. No es que el hecho que exista una vitrina con pocas protecciones sea justificación para un asalto, o una atenuante o eximente de responsabilidad, pero que la tentación es grande, lo es, sobre todo si se trata de Louis Vuitton, o antigüedades de vaya uno a saber que cultura o época. Lo más curioso fue que se trataría de una "empresa familiar" bastante rentable, en que hasta las féminas están involucradas.
Parece que no hay como ponerle coto a la inventiva de los amigos de lo ajeno, cada vez más osados y más creativos, y dada la especificidad de los objetivos a asaltar o robar, dedicados al trabajo por encargo, con mafias internacionales y todo. Cabría preguntarse si la solución es aumentar las penas, o castigar con la imposibilidad de acceder a la libertad provisional para los reincidentes (que hay varios en el caso del alunizaje). La verdad sea dicha, y aunque la discusión da para largo, antes que imponer algo así como la Inquisición o culpar de todo a los jueces de garantía, hay que implementar, a la par de la aplicación correcta de la ley y una mayor dotación y mejor distribución de Carabineros, políticas públicas que tiendan a la igualdad de oportunidades, y que transformen la opción de dedicarse a tiempo completo a la delincuencia en algo despreciable y no apetecible como lo es hoy día.
Chaíto, vuelvo pronto, porque entre el regreso de los pingüinos y las coimas en el fútbol, hay harto de que escribir.
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